Toallas húmedas contaminan más que el papel higiénico y bloquean tuberías
Expertos del AyA advierten que este producto tarda hasta 100 años en degradarse y aumenta los daños en redes sanitarias y plantas de tratamiento en Costa Rica.
Cada día, millones de costarricenses cumplen con una rutina inevitable: la visita al sanitario. Sin embargo, para algunos, este espacio se convierte en un basurero improvisado. En los inodoros no solo terminan desechos fisiológicos, también se arrojan papel higiénico, pañales, toallas femeninas, juguetes, arena para gato y, con especial frecuencia, toallas húmedas.
Este producto, que se promociona como desechable, puede tardar hasta 100 años en degradarse de manera natural, convirtiéndose en una amenaza ambiental y sanitaria. “Al inodoro solo deben ir nuestros desechos fisiológicos, y hemos notado un aumento en la inversión en reparar tuberías con toallas húmedas”, advirtió Álvaro Araya, del departamento de Saneamiento del AyA.
En Costa Rica, el 70% de las aguas residuales se tratan en tanques sépticos, un 15% se descarga directamente en ríos y únicamente otro 15% llega a plantas de tratamiento. Allí, se recolectan alrededor de 95 toneladas de residuos sólidos al año, lo que equivale a ocho autobuses llenos de desechos que nunca debieron llegar al sistema.
“No solo se trata de lo que llega, sino de lo que queda en la red de recolección de esos residuos”, añadió Araya.
Las toallas húmedas no solo contaminan el ambiente, también representan un riesgo para la infraestructura sanitaria y para el bolsillo de los hogares.
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