Arte se convirtió en refugio emocional de profesor tico que sobrevivió a tiroteo en EE. UU.
Este hombre fue testigo de un hecho violento en el que murieron algunos de sus estudiantes. La obra con la que refleja todo este dolor se expondrá en Costa Rica en los próximos meses.
En una obra profundamente personal, el costarricense Marco Díaz-Muñoz, profesor universitario y artista radicado en Estados Unidos, utiliza su experiencia traumática como una forma de reflexionar sobre la violencia armada y la necesidad urgente de un control más estricto de las armas en la sociedad estadounidense y en el mundo.
Esta obra, que refleja no solo el dolor vivido tras un tiroteo en su aula en 2023, también se convierte en un mensaje poderoso para quienes buscan soluciones ante la creciente ola de violencia armada en el país.
El 13 de febrero de 2023, mientras impartía una clase de Cultura Cubana en la Universidad Estatal de Michigan (MSU), Díaz-Muñoz vivió lo que nunca imaginó que podría ocurrir en una sala de clases. Un hombre enmascarado, armado con una pistola, irrumpió en su aula y comenzó a disparar. En total, el ataque dejó ocho heridos y dos muertos. Para el profesor, nacido y criado en Costa Rica, un país que históricamente ha promovido la paz y que no tiene ejército, la escena fue un choque cultural y emocional profundo.
"Al principio, no supe qué era. Pensé que eran explosiones o pólvora, algo ajeno a la violencia. No reconocí el sonido de una bala", relató Díaz-Muñoz, quien, en medio del caos, se vio obligado a proteger a sus estudiantes y a dar primeros auxilios a los heridos.
El atacante, identificado como Anthony Dwayne McRae, de 43 años, siguió su camino de destrucción hasta llegar al sindicato estudiantil de la universidad, antes de quitarse la vida cuando fue confrontado por la Policía.
Este trágico evento marcó un antes y un después en la vida de Díaz-Muñoz, quien, a pesar de su experiencia como académico y su formación en Bellas Artes, se sintió desbordado por la magnitud del sufrimiento y la violencia que presenció.
"Nunca había presenciado un acto de violencia tan directo", compartió, mencionando que el contraste entre la educación que recibió en Costa Rica y la cultura de armas en Estados Unidos se hizo más evidente que nunca.
El hecho de que en Estados Unidos, un país donde los tiroteos masivos son tristemente recurrentes, situaciones como la que vivió Díaz-Muñoz se repiten con frecuencia, lo impulsó a hacer un llamado al cambio.
Para procesar el trauma y reflexionar sobre lo sucedido, el profesor, quien también estudió Arquitectura, Economía y Literatura, comenzó a pintar. La pintura se convirtió en un refugio emocional. En su obra, aborda la violencia armada y el sufrimiento generado por los tiroteos en las escuelas y universidades, un tema que se ha vuelto una dolorosa constante en el país.
La pieza se expuso recientemente en el Museo Eli Broad en Lansing, Michigan, y ha comenzado a generar un debate sobre la relación entre la cultura de armas y los tiroteos masivos.
En la obra, Díaz-Muñoz utiliza una serie de metáforas visuales para representar el caos y el sufrimiento. Con colores intensos y formas abstractas, plasma la angustia, el miedo y la desesperación que sintió aquel 13 de febrero, pero también el deseo de un cambio en las políticas sobre armas.
"Quería reflejar el dolor, pero también la esperanza de que algo puede cambiar, de que la sociedad puede encontrar una salida a la violencia", explicó el artista.

"Yo veo este fenómeno de violencia como los dibujos que son de puntitos. Empiezas a trazar líneas para descubrir cuál es el problema en realidad y te das cuenta que todo está conectado. Así pasa en Estados Unidos y Costa Rica y ese es el mensaje que quiero hacer llegar", finalizó.