Sisifemia: el nuevo trastorno laboral del siglo XXI

Carlos Aguirre / Consultor Desarrollo Humano Estratégico.

En un mundo donde la productividad es el rey, un nuevo fenómeno está afectando a miles de profesionales sin que siquiera lo noten: la sisifemia. Este trastorno laboral, inspirado en el castigo del mito griego de Sísifo —quien empujaba eternamente una piedra sin lograr llevarla a la cima—, describe la experiencia de muchos trabajadores modernos: un esfuerzo constante, sin descanso y sin una sensación real de logro.

Quien la padece puede ser altamente eficiente y comprometido, pero siente que nunca es suficiente, que siempre hay algo más por hacer, más alto por alcanzar.

¿Qué es la sisifemia y por qué es un peligro?

El término sisifemia fue popularizado por el ensayista francés Thierry Ménissier y la filósofa Céline Marty, quienes estudian las condiciones laborales contemporáneas. 

Se caracteriza por tres elementos destructivos:

• Ambición obsesiva: La persona siente que debe rendir al máximo todo el tiempo.
• Estrés crónico: No hay descanso real, solo presión constante.
• Cansancio patológico: La fatiga persiste, sin importar cuánto se duerma o descanse.

A diferencia del burnout, donde la persona se siente agotada y quiere rendirse, en la sisifemia el trabajador sigue adelante, impulsado por la necesidad de hacer más, aunque su cuerpo y mente estén al límite.

¿Cómo saber si lo está sufriendo?

Si se identifica con alguna de estas señales, podría estar atrapado en la sisifemia:

• Siente que nunca hace lo suficiente, aunque cumpla sus metas: su carga laboral sigue creciendo sin importar cuánto trabaje.
• La desconexión es imposible: revisa correos y mensajes incluso en su tiempo libre.
• La fatiga y el estrés son permanentes: pero sigue adelante por presión.
• Ha perdido la satisfacción en su trabajo y en otros aspectos de su vida.

¿Por qué la sisifemia está en auge?

Según investigaciones sobre nuevas patologías laborales (Marty, 2021), la cultura de la hiperproductividad ha fomentado un modelo donde se premia el esfuerzo constante sobre el bienestar.

Las redes sociales refuerzan esta mentalidad, mostrando historias de empresarios que duermen solo 4 horas y trabajan sin descanso, como si ese fuera el camino al éxito. Sin embargo, estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han demostrado que las jornadas excesivas aumentan un 35% el riesgo de enfermedades cardiovasculares y estrés crónico.

Cómo evitar la sisifemia y recuperar el control

Si reconoce los síntomas en usted o en su equipo de trabajo, es momento de actuar. 

Aquí algunas estrategias:

• Defina sus propios estándares de éxito: No deje que la cultura del "más es mejor" dicte su vida. Aprenda a valorar lo que logra.
• Ponga límites claros: Desconéctese del trabajo en su tiempo libre. Nadie muere por un correo sin responder fuera de horario.
• Descanse de verdad: No confunda descanso con distracción. Dormir bien y relajarse de manera consciente mejora la productividad real.
• Enfóquese en impacto, no en cantidad: En lugar de trabajar más horas, enfóquese en trabajar mejor y con mayor enfoque.
• Fomente una cultura saludable en su entorno: Si es líder, reconozca a su equipo por su esfuerzo, sin fomentar la sobrecarga. Un equipo descansado es más innovador y productivo.

La trampa del éxito mal entendido

La sisifemia es una trampa. Puede parecer una forma de compromiso, pero es, en realidad, una vía directa al agotamiento y a la pérdida de propósito. Romper con esta mentalidad no es fracasar, sino aprender a vivir y trabajar de forma más inteligente, sostenible y humana.

Si siente que se identifica con esto, haga una pausa. Pregúntese si el esfuerzo que hace lo lleva a una vida plena o solo lo mantiene atrapado en una rueda sin fin.

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