Una pausa a tiempo: salud mental en tiempos de cambio
Cuidar la salud mental no significa simplemente evitar enfermedades mentales: significa elegir conscientemente, cultivar bienestar, conexión, significado y armonía.
Dra. Johanna Alvarado/ ICF Young Leader Award.
"Cultivar salud mental es sembrar humanidad".
“La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada”, Schopenhauer, A. (s.f.). Aforismos sobre el arte de vivir.
Costa Rica ha dado un paso valiente y necesario con la promulgación de su nueva Ley de Salud Mental, reconociendo que este aspecto esencial de nuestras vidas no puede seguir siendo postergado, ni invisibilizado bajo la sombra de lo físico o lo urgente. Y es que cuidar la salud mental no significa simplemente evitar enfermedades mentales: significa elegir conscientemente, cultivar bienestar, conexión, significado y armonía.
¿Qué es entonces la salud mental?
La Organización Mundial de la Salud nos recuerda que la salud mental es un estado de bienestar en el cual la persona puede desarrollar sus capacidades, afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. En palabras más íntimas, es el arte de sostenernos por dentro mientras habitamos el mundo por fuera.
Bienestar, por su parte, es mucho más que estar “bien”. Implica un equilibrio dinámico entre cuerpo, mente, emociones, relaciones y propósito. Y es, por lo tanto, una construcción diaria, una práctica intencional.
¿Por qué importa el bienestar mental en la productividad?
Diversos estudios internacionales han demostrado que el bienestar emocional de las personas empleadas está directamente relacionado con su productividad, creatividad, compromiso y capacidad de innovación.
Según un metaanálisis publicado en The Journal of Occupational and Environmental Medicine, las organizaciones que promueven programas de bienestar mental, experimentan una mejora del 12 % al 25 % en su rendimiento laboral global, además de una reducción en el ausentismo y los conflictos interpersonales.
Pero más allá de los números, cuidar la salud mental es una forma de honrar nuestra humanidad compartida.
Cinco preguntas para autoevaluar su compromiso con el bienestar:
- ¿Estoy dedicando al menos un momento diario para conectar conmigo mismo, sin pantallas ni juicios?
- ¿Reconozco y válido mis emociones, o tiendo a reprimirlas por miedo o costumbre?
- ¿Me permito descansar genuinamente, o solo paro cuando colapso?
- ¿Alimento relaciones que me hacen sentir seguro, visto y respetado?
- ¿Cómo contribuyo al bienestar emocional de quienes me rodean, en casa, en el trabajo y en la comunidad?
Responder con honestidad a estas preguntas puede ser el primer acto de ternura hacia una vida más consciente.
Hacia una salud mental que armonice generaciones y entornos
Cuidar la salud mental no es una tarea individual ni un lujo reservado a quien tiene tiempo. Es una responsabilidad colectiva. Es un llamado a preguntarnos cómo nuestros hábitos, palabras y silencios impactan el clima emocional de nuestros hogares, equipos de trabajo y comunidades.
Promover una salud mental intergeneracional —que se sostenga entre abuelos, adultos y niños— requiere abrir espacios para el diálogo, desacelerar las rutinas, practicar la empatía activa y abrazar las diferencias como oportunidad de crecimiento conjunto.
En un mundo que corre, quien se detiene a cuidar su salud mental está ejerciendo un acto de resistencia amorosa. Y quien cuida también la salud emocional del otro, está sembrando paz.
¿Y usted qué está haciendo hoy por su salud mental?
Porque quizás el bienestar no sea una meta… sino una forma de caminar.
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