Por Adrián Fallas 28 de septiembre de 2025, 8:39 AM

Sin lugar a dudas, Mariano Torres es uno de los jugadores más queridos en el Saprissa. Los lazos entre la feligresía morada y el capitán se han fundido a través de triunfos, y ya son 10 años desde que el argentino llegó al país. 

Torres conversó con Teletica.com y contó historias, además de dejar respuestas que muestran más allá de su camiseta de ídolo y permiten entender un poco más a la persona detrás del jugador. 

El argentino ha llevado una carrera lejos del ojo mediático, pero accedió a compartir de manera exclusiva con este medio.

Mariano, ¿en qué momento de su vida usted dice: “Sí, lo voy a lograr, voy a poder ser jugador profesional de fútbol”? 

Bueno, creo que desde chico uno sueña con que empieza a jugar y va a poder cumplir el sueño de jugar en primera división en el club donde uno empiece jugando. 

Pero a mí me tocó un momento que creo que fue cuando me fui a Chile y dije: “Sí, puedo vivir del fútbol”. Porque uno puede jugar, pero hemos visto muchos jugadores que han estado un año, año y medio y después desaparecen. 

Entonces, sí cumplen el sueño, pero al final el sueño no es solo jugar, sino vivir de esto que tanto nos gusta a nosotros. 

Yo tuve un momento, porque me había ido de Boca, préstamo a Austria, me había ido a Brasil y después tuve un lapso en el que me quedé en Boca y estuve sin jugar. Ya cuando estás sin jugar empezás a hacerte muchas preguntas. Me fui a Chile y ahí mi carrera empezó a levantar otra vez. Entonces dije: “Si quiero vivir de esto, tengo que ponerme serio, ponerme las pilas, ser profesional”. Lo que venía haciendo tal vez no me estaba alcanzando. Sí, ya había cumplido el sueño de jugar en primera, pero no como yo quería: ser constante. Y a partir de ahí empecé a ser más constante. 

Si usted pudiera hablar con el Mariano de 10 años que tiene todos estos sueños, ¿qué le diría en este momento? 

Mariano, hablaba usted del paso por Boca, ir a Austria, a Brasil, volver a Argentina y llegar a Chile para lograr consolidarse. ¿Qué tan complicado es poder dar ese paso para consolidar el sueño? 

Creo que cada uno tiene sus tiempos: algunos maduran más tarde, otros más temprano. El tema de la maduración y de darse cuenta de las cosas ayuda mucho. A mí, lo de Chile me hizo un clic: estar en Boca sin jugar. 

Dije: “Si no juego, no me va a venir a buscar otro equipo. Y si no me viene a buscar otro equipo, mi carrera se va a acabar pronto”. Cuando llegué a ese equipo me dije: “Esa oportunidad puede ser la última que me queda y la tengo que aprovechar y valorar”. 

La agarré, la aproveché y a partir de ahí empecé a mejorar. Creo que es un tema de maduración, de momentos que te van sucediendo, que uno ve cómo los enfrenta y cómo sale adelante, si es lo que quiere y lucha por eso o se deja ir y termina su carrera. 

Creo que a cada uno le tienen que pasar situaciones para darse cuenta de qué quiere en su vida. A mí me pasó eso y supe aprovecharlo. 

Mariano, ¿no sé si tiene como el recuerdo vivo de qué fue lo primero que le pasó por la cabeza cuando le dijeron: “Hay una oportunidad de ir a jugar a Costa Rica”? 

¿Qué siente usted cuando le dicen que está como en la misma mesa con Evaristo Coronado, Alonso Solís, con los nombres más grandes que han pasado por el equipo, por la institución? 

Siento orgullo, pero una vez lo dije: no me detengo en esas cosas, no estoy todo el día pensando: “Qué bueno, dicen esto, dicen lo otro”. Porque creo que a veces eso confunde y no es lo que me gusta. 

Y aparte, estando en este equipo tan grande, tenés que demostrar cada domingo que estás a nivel de ponerte esta camiseta, lo tenés que demostrar. Me pone contento que lo nombren y que digan que estoy entre esos grandes jugadores de la historia. 

Ahora le preguntaba, ¿qué le hubiera dicho al Mariano de 10 años si al Mariano de 75 años le preguntan y recuerda cómo fue su paso por Saprissa, cómo fueron estos años, qué es lo que va a poder decir? 

¿Qué tiene Costa Rica? Para usted, ¿qué representa? 

Muchas cosas, pero a la vez no sé qué tiene, porque me ha tocado estar en otros países y me iba de vacaciones a mi país, que me encanta, e igual me pasa acá. Cuando tenía que volver a ese país, yo decía: “Ya toca volver”, le decía a mi mamá. 

Y ahora, lo que me ha pasado acá es diferente: me voy para Costa Rica y me voy bien, contento. ¿Por qué? Porque me siento feliz y contento de volver acá. Más allá de que mi país me encanta y necesito irme de vacaciones y estar allá, cuando me tocaba venir para acá, sé que tiene muchas cosas lindas que me hacen sentir bien para poder volver contento. Entonces, eso es lo que me ha pasado, y por algo también será que llevo muchos años acá y sigo acá. 

Obviamente estoy trabajando y no es solo porque me gusta venir, sino porque tengo que hacer mi trabajo y rendir; si no, no estaría en una institución tan grande. Eso, un poco, es lo que siento. 

¿Qué le tiene que agradecer usted al fútbol? ¿Qué le ha dado el fútbol más allá de una profesión? 

Todo. Todo me lo dio. Muchas veces me educó más que el colegio. Me dio valores, como me los dieron en mi casa, obviamente, pero el fútbol me lo dio todo. Me permitió vivir bien, poder disfrutar de muchas cosas que otra profesión no me hubiese podido dar. 

Le debo todo a la pelota, le debo todo y siempre voy a estar agradecido por la oportunidad que me dieron acá y en todos los otros equipos donde me tocó jugar. 

¿Qué le gustaría decirle a la afición? 

 

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