Los países avanzan contra el cambio climático, pero demasiado despacio
Las nuevas metas climáticas para 2035 reflejan cierto progreso, pero los compromisos siguen siendo insuficientes para frenar el calentamiento global.
Una década después del histórico Acuerdo de París, el pacto climático más ambicioso firmado hasta hoy, Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, asegura que hay avances, pero todavía son demasiado lentos.
"El rumbo mejora cada año, pero necesitamos imprimir mucha más velocidad para lograr que todos los países puedan actuar de forma más contundente”, advirtió Stiell al presentar un informe que analiza los nuevos compromisos climáticos de los Estados.
El acuerdo de 2015 comprometió a los gobiernos a limitar el calentamiento global a menos de 2 grados Celsius y a hacer todo lo posible por no superar los 1,5 grados. Cada cinco años, los países deben actualizar y comunicar sus metas. El último plazo venció a comienzos de este año. Ahora la atención está puesta en cuáles serán los nuevos compromisos para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, cuyas emisiones siguen siendo la principal causa del calentamiento global, con efectos cada vez más visibles: sequías, inundaciones, tormentas e intensas olas de calor.
A pocos días de la COP30, que se celebrará en Belém, Brasil, solo 65 países —que suponen el 36 por ciento de las emisiones globales— han presentado formalmente sus nuevos objetivos. Según el informe de la ONU, si se cumplieran, podrían reducir las emisiones mundiales aproximadamente en un 10 por ciento hacia 2035.
"La transición está en marcha: hay más inversión en energía solar, vehículos eléctricos y financiamiento climático. Pero no al ritmo que necesitamos", reconoció Melanie Robinson, del World Resources Institute (Instituto de Recursos Mundiales, WRI por sus siglas en inglés).
Mundo no alcanzará el objetivo
El secretario general de la ONU, António Guterres, fue aún más directo. En diálogo con The Guardian, admitió que el planeta inevitablemente superará el umbral de 1,5 grados de calentamiento en los próximos años.
"Reconozcamos nuestro fracaso. La verdad es que no hemos logrado evitar superar los 1,5 °C en los próximos años. Y superar ese límite tiene consecuencias devastadoras. Algunas de esas consecuencias son puntos de no retorno, ya sea en el Amazonas, en Groenlandia, en la Antártida occidental o en los arrecifes de coral", dijo.
Entre los grandes emisores que todavía no entregaron sus nuevas metas están la Unión Europea, China e India. Por su parte, la UE entregó una declaración de intenciones en septiembre, en la que plantea reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 66,25 y un 72,5 por ciento respecto a los niveles de 1990. La directora regional del WRI para Europa, Stientje van Veldhoven, señaló que eso muestra un "margen de progreso", pero advirtió que podría "enviar un mensaje confuso, socavar la confianza de los inversores y poner en riesgo el empleo, la seguridad energética y la competitividad".
China, por su parte, anunció durante la Semana del Clima de Nueva York que bajará sus emisiones entre un 7 y un 10 por ciento desde su nivel máximo que, según analistas, ya habría alcanzado. Aunque el compromiso parece modesto, especialistas consultados por DW creen que Pekín probablemente cumplirá - e incluso podría superar - su meta. Otros países
Australia y Japón también actualizaron sus compromisos, que han sido criticados por no ser lo suficientemente ambiciosos. "Creemos que los líderes deben acordar una respuesta global decisiva para retomar el rumbo", insistió Melanie Robinson, del RWI, y añadió que los países deberían reafirmar el objetivo de 1,5 grados, acelerar las estrategias de los distintos sectores para reducir las emisiones y definir las vías para alcanzar los objetivos nacionales de cero emisiones netas".
No obstante, el informe de la ONU reconoce avances en la calidad y credibilidad de los nuevos compromisos, aunque subraya que aún falta mucho por hacer. Aunque los compromisos de reducción de emisiones suelen ser los que acaparan los titulares, los países también incluyen metas de adaptación a los impactos del cambio climático y compromisos de financiamiento para los Estados en desarrollo.
"El panorama general es el de un mundo que ya está pagando un alto precio por el calentamiento global, pero que también se acerca a puntos de inflexión económicos positivos: hacia un mundo más seguro, saludable y próspero, impulsado por energía limpia y resiliencia climática", concluyó Stiell.


