Por Mariana Valladares |5 de abril de 2025, 22:15 PM

La noche fría de este sábado en la Sabana fue calentada con el ritmo y la música del "papá de América", Chayanne, quien no se presentaba en Costa Rica desde el 2018. El Estadio Nacional fue testigo de la romántica velada a la luz de la luna, entre las fanáticas y el intérprete de Torero

Desde la tarde empezó el movimiento en los alrededores del Nacional. Miles de ticas se acercaron al recinto deportivo con altas expectativas. Con carteles, camisetas y cantos, demostraron su emoción. Pero el público no se limitó a mujeres costarricenses, aunque si eran mayoría también había niños, hombres y hasta fanáticas extranjeras, quienes se desplazaron miles de kilómetros por ver al boricua. 

Chayanne en Costa Rica

A eso de las 8 p.m. salió Chayanne, luciendo un pantalón y un chaleco negro. Los gritos eufóricos de sus fanáticas se hicieron oír por todo el recinto. Al ritmo de Bailemos Otra Vez, nombre de la gira, el puertorriqueño de 56 años empezó el show, pero antes saludó con un "pura vida" a su audiencia. 

El artista puertorriqueño continuó la velada con un poderoso bloque de éxitos bailables, incluyendo Salomé, Boom boom y Provócame, que pusieron al público de pie desde el primer instante. Con un repertorio cuidadosamente diseñado, llevó a sus fans en un viaje por distintas etapas de su carrera, alternando entre sensualidad, romance y alegría.

No faltaron temas emblemáticos como Atado a tu amor, Y tú te vas, La clave y Baila baila, coreados a todo pulmón por una audiencia entregada. Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó durante el segmento acústico o unplugged, en el que interpretó joyas como Yo te amo, Volver a nacer y Tu pirata soy yo, dejando en claro que su voz sigue intacta y su conexión con el público es inquebrantable.

La velada también incluyó temas como Palo bonito, Este ritmo se baila así, Si nos queda poco tiempo y Te amo y punto, cada uno recibiendo ovaciones y generando una atmósfera cargada de emoción. El clímax llegó con Madre tierra, donde el mensaje de unidad y esperanza se combinó con un ritmo contagioso que hizo temblar el lugar.

Pero la noche no terminó ahí. En una especie de after party, Chayanne regresó con una última tanda de canciones que incluyeron Tiempo de vals, Bailando bachata, Un siglo sin ti y el siempre esperado Torero, que marcó el cierre perfecto de una noche inolvidable.

El regreso de Chayanne a Costa Rica no solo confirmó su vigencia como ídolo latino, también su capacidad para reinventarse sin perder la esencia que lo ha convertido en uno de los artistas más queridos del continente. El público tico le respondió con cariño, ovaciones y una energía que solo se vive cuando el amor por la música es compartido con el alma.

Chayanne no solo dio un concierto: ofreció una fiesta de recuerdos, pasión y entrega total. Su audiencia confirmó que la espera de más de siete años valió completamente la pena.

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