Alex Badilla renace desde la herida con un poderoso manifiesto musical
La versión de 'El Último Trago' no es un simple "cover": es un ritual de cierre, un acto de liberación emocional y el inicio de una nueva etapa creativa sin miedo a incomodar.
“Murió esa versión de Alex que se callaba, que se tragaba el dolor para no incomodar. Murió la necesidad de complacer a todo el mundo. Esta canción marca el momento en el que decido abrazar mi oscuridad y mi luz por igual, sin pedir perdón por sentir intensamente”.
Con esas palabras, el artista y maquillista ramonense Alex Badilla define lo que representa su más reciente lanzamiento: El Último Trago, una reinterpretación visceral, teatral y profundamente emotiva del clásico inmortalizado por Chavela Vargas.
Pero más que un cover, este nuevo sencillo es el reflejo de un artista que ha atravesado un cambio profundo, una evolución creativa y personal que lo lleva a iniciar lo que él mismo describe como “una nueva etapa musical y espiritual”.
Un renacer desde la herida
Tras varios años de carrera donde predominaban el brillo, la provocación y las letras bailables, Alex ha decidido mirar hacia adentro. Atrás queda el deseo de aprobación ajena. En sus palabras, la música nace desde la verdad, desde la emoción cruda, desde el alma.
“Sí, definitivamente es una nueva etapa musical. No es solo un cambio de estilo, es un cambio de alma. Ahora quiero hacer música que me sane, que me represente, que no tenga miedo de incomodar o de ser vulnerable”, confesó.

Inspirado por el dramatismo elegante de Gwen Stefani, el dolor glamuroso de Lana del Rey, y la autenticidad rebelde de artistas como Gloria Trevi, Madonna y por supuesto Chavela Vargas, Alex presenta un video en el que cada escena fue pensada por él, cada vestuario diseñado especialmente para su visión por la marca nacional RITUO, y dirigido por Molinna, quien también produjo el tema. El resultado: una pieza artística poderosa, con alma costarricense y fuerza universal.
Un ritual para cerrar ciclos
La elección de El Último Trago no es casual. Para Alex, esta canción ha estado presente en distintos momentos de su vida, incluso desde la infancia gracias al amor que su abuelita siempre le tuvo a este tema. Pero fue durante un campamento artístico en Colombia —con productores de figuras como Karol G y Maluma— donde el tema lo eligió a él.
“Me asignaron esta canción porque soy costarricense, como Chavela. Yo decía: esta canción siempre me ha perseguido. Cada show que dábamos allá, tenía que cantarla”.
Y ahora, desde una nueva conciencia, la convierte en símbolo de transformación:
“Para mí, ‘El Último Trago’ representa ese último cierre. Esa última vez. No hay marcha atrás. Es lo último que uno hace para salir adelante”.
Una conexión que trasciende
Desde su estreno el 17 de julio, el video ha conmovido a muchos. Personas le han escrito para contarle cómo la canción los acompañó en un duelo, en una despedida, en un momento necesario de renuncia. Y eso, asegura Alex, vale más que cualquier número.
“Muchos me dicen: ‘Alex, esta versión me tocó el alma’, y eso es todo lo que yo quería. Más allá de los números, me importa que haya conexión, verdad, que alguien del otro lado diga: ‘me pasa igual”.

Aunque todavía no confirma un álbum, Alex ya trabaja en nuevos temas que seguirán esta línea emocional y honesta. Cada canción será una pieza de una narrativa mayor, y las presentaciones en vivo se transformarán en experiencias íntimas y teatrales, donde el público no solo escuche, sino sienta.
“No quiero hacer conciertos por hacerlos… quiero crear experiencias donde la gente salga tocada, distinta”.
El Alex Badilla que conocimos con éxitos virales como Voy a Brillar, Memorama o Santa, Quiero un Sugar, ha crecido. Atrás quedó el artista que buscaba llamar la atención a toda costa. Hoy, se ha reencontrado con su esencia.
“Antes buscaba aprobación externa. Hoy me apruebo yo. Antes encandilaba… ahora solo brillo”.
Este cover no es solo una canción. Es un manifiesto emocional, un ritual artístico y el primer paso de un camino más auténtico. Alex Badilla ha dejado morir lo que ya no le pertenecía y ha renacido desde la herida, con voz firme y alma desnuda.
Vea el video completo aquí: