Por Mariana Valladares |31 de marzo de 2025, 10:24 AM

El estreno del live-action de Blancanieves, producido por Disney, ha estado rodeado de controversia. A pocos días de su lanzamiento, la película ha sido duramente criticada tanto por el público como por personas cercanas al legado del clásico animado de 1937. Entre las voces más contundentes se encuentra la de David Hand Jr., hijo del director de la versión original, quien no ocultó su descontento con esta nueva adaptación.

En una entrevista con The Telegraph, Hand Jr. calificó el filme dirigido por Marc Webb como una versión “radical” que, según él, traiciona el espíritu de la obra original creada por su padre, David Dodd Hand y esta nueva versión es "un concepto totalmente diferente" del original. 

"Walt se revolcaría en su tumba. Disney ha intentado reinventar una historia que ya fue un éxito antes de los movimientos radicales actuales", comentó el también cineasta.

En ese mismo tono, Hand criticó la influencia de la llamada cultura "woke" en la nueva versión de la película. A su juicio, los cambios en la personalidad de los personajes y la incorporación de mensajes sociales forzados no solo alteran la esencia del cuento original, sino que también resultan ofensivos para el legado de su padre y para la historia que hizo famosa a Disney.


"Cambian las historias, modifican el pensamiento de los personajes, inventan cosas 'woke' nuevas, y eso no me gusta. Me parece insultante lo que han hecho con estos clásicos", declaró.

Además de las críticas de Hand, la película ha estado envuelta en polémica desde su anuncio. Una de las primeras controversias surgió a raíz de los comentarios de la protagonista, Rachel Zegler, quien adelantó que su versión de Blancanieves tendría un enfoque más feminista, lo que generó opiniones divididas entre los seguidores del clásico.

La controversia creció aún más con las posturas públicas de Gal Gadot, quien interpreta a la "Reina Malvada", respecto al conflicto entre Palestina e Israel, generando una ola de reacciones en redes sociales y sumando tensión al clima que rodeaba el estreno.

Por si fuera poco, una de las decisiones de producción más cuestionadas fue la de no incluir actores de talla baja para representar a los siete enanitos, una decisión que despertó indignación entre el público y sumó otro capítulo a la lista de desaciertos que rodean al filme.

En cuanto a su recepción, la película ha sido duramente castigada por el público. En IMDb registra una de las calificaciones más bajas para una producción de Disney, con apenas 1,6 sobre 10, siendo comparada con fracasos como Dragonball Evolution y Cats. En taquilla, los números tampoco han sido alentadores: durante su primer fin de semana, recaudó cerca de $87,3 millones a nivel mundial, muy por debajo de los $625 millones estimados para cubrir costos y generar ganancias.

Pese a las múltiples críticas y la creciente controversia, Disney no ha emitido declaraciones oficiales ni en respuesta a los señalamientos de David Hand Jr. ni a la ola de reacciones negativas del público. El comportamiento del filme en las próximas semanas será determinante para saber si logra revertir su mala racha o si terminará consolidándose como uno de los mayores fracasos en la historia reciente del estudio.

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