Por Mariana Valladares 21 de septiembre de 2025, 8:08 AM

Isaac Rovira, español y referente internacional del baile deportivo, llegó a Costa Rica para formar parte del panel de jueces del exitoso programa Mira quién baila (MQB) de Teletica. Con una trayectoria marcada por la pasión, la disciplina y el talento, Rovira ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza y la competencia profesional, convirtiéndose en un referente para nuevos bailarines y coreógrafos en toda Latinoamérica.

Rovira es siete veces campeón de España en la modalidad de 10 bailes, siete veces campeón en la categoría standard, tercero del mundo como profesional en 10 bailes y varias veces semifinalista en campeonatos del mundo amateur. 

Además, formó parte del programa de Televisión Española (TVE), Mira quién baila, y fue invitado en 2018 como juez a Dancing With The Stars. Su experiencia como entrenador y formador oficial de la World Dance Sport Federation (WDSF) lo ha llevado a trabajar con atletas, jueces y entrenadores en toda Latinoamérica, consolidando su prestigio internacional.

Ahora, en Costa Rica, enfrenta nuevos retos: adaptar su expertise técnico al formato televisivo, cuidar cada detalle de las coreografías y, al mismo tiempo, lidiar con la distancia de su familia. 

Entrevista domingo_Isaac RoviraRovira llegó a MQB hace un año, en setiembre de 2024. ​

Teletica.com conversó con el español para conocer más sobre su vida personal y profesional, sus motivaciones, sacrificios y cómo logra mantener un equilibrio entre la exigencia de su trabajo y su rol como padre y esposo.

Iniciemos hablando de quién es Isaac Rovira, ¿cómo se presentaría usted ante esas personas que tal vez no conoce su trayectoria como bailarín, como coreógrafo y como juez de 'Mira quién baila'?

"Yo tengo 43 años, vivo en Barcelona, en España y me defino como una persona muy alegre, con mucha energía y muy positiva, que me encanta mi trabajo, lo vivo con entusiasmo y disfruto cada uno de los momentos en los que estoy dedicándome a esto".

¿Cómo inició su trayectoria con el baile, ya profesionalmente? ¿Era una pasión que usted tenía desde niño?

"La verdad es que no, la verdad es que yo empecé a bailar bastante como medio obligado, podríamos decirlo así. Mis padres hacían baile social en una academia de baile en Barcelona y ellos bailaban el vals, el cha-cha-cha, el tango y yo tenía nueve años en ese momento. Entonces en esa academia de baile empezaron a dar clases de baile, de bailes de salón, de ballroom, para niños y mis padres me apuntaron directamente. 

"Evidentemente con esa edad en la escuela y con el estigma que tiene el baile o bailar para los niños en general, ahora en España mucho menos, no sé aquí cómo está, pero en esa época pues bailar era de niñas y los niños que bailaban, como que había un poco de burla en la escuela. Yo les dije a mis padres que no, que yo no quería bailar, que yo bailar no, pero me obligaron. Fui y la verdad es que me gustó, me gustó mucho. Ya empecé a perderle esa vergüenza a bailar, pero sí que estuve tranquilamente un par de años bailando sin que nadie de mis amigos de la escuela supiese que yo iba a clases de baile. Y luego cada vez me gustó más, empecé a ir a competencias, empecé a bailar no profesionalmente ni mucho menos evidentemente, pero sí bailaba en competiciones y ensayaba todas las semanas y cada vez pues me fue gustando más y cada vez pues se me daba un poco mejor y pues hasta la fecha".

¿Cuál es tu ritmo favorito?

"Esto es muy difícil de decir, es muy difícil porque en mi vida, como le he dedicado profesionalmente al baile y he ensayado muchas horas, los bailes que más me han gustado han ido cambiando durante el tiempo y generalmente iba muy ligado a qué baile ensayaba más. O sea, cuando ensayaba más un baile pues me gustaba más ese porque me salía mejor. 

"La verdad es que para mí hay tres bailes que son los que siempre he disfrutado más bailando, que son el Slow Fox, el Quick Step y la Rumba Bolero. Estos tres bailes siempre les he dado un especial cariño y los he disfrutado mucho bailando, pero realmente me ha gustado bailar siempre todo. Me especialicé en ballroom, en baile deportivo y, por lo tanto, hay géneros como la salsa, la bachata, el hip-hop, el reggaetón, que tengo nociones, tengo conocimiento de esos bailes, pero ni mucho menos a nivel profesional. Los siento más como algo más amateur y más social para pasarlo bien y tal, porque al final yo me especialicé mucho, mucho, mucho en el ballroom".

¿Para usted, qué representa el baile, qué representa bailar?

"Para mí es mi vida. Lo llevo haciendo desde los nueve años y se transformó poco a poco en mi vida, en todo. Es mi trabajo, es lo que disfruto, es lo que da de comer a mi familia y además creo que me siento afortunado y estoy muy contento de poder trabajar en algo que me apasiona. Poder combinar lo que más me gusta, que generalmente a la gente lo que le gusta es más bien ocio, combinar lo que más me gusta con mi trabajo, con mi forma de ganarme la vida, realmente me siento súper, súper afortunado".

¿En qué momento de su trayectoria profesional es que usted se da cuenta que quiere dedicarse a esto el resto de su vida y deja de ser una pasión para convertirse en su profesión?
"Yo recuerdo un punto de inflexión cuando terminé los estudios obligatorios e hice la prueba de acceso para la universidad. Ahí en ese momento yo ya hacía tiempo que estudiar como tal en la escuela y en la academia lo hacía porque me tocaba hacerlo pero realmente no porque lo disfrutase. 

"En esa época yo ya disfrutaba mucho los ensayos, disfrutaba mucho el baile, bailar y cada vez me pasaba más por la cabeza el hecho de dejar de estudiar y tomar el baile como si fuese mi carrera universitaria. En ese momento se lo planteé a mis padres y les dije no quiero seguir estudiando los estudios tal cual están reglados y quiero dedicarme 100% al baile porque me gusta, porque lo disfruto, porque es mi pasión y me gustaría dedicarme 100% a eso. Tuve la suerte de que mis padres me apoyaron y me dijeron 'si es lo que a ti te gusta, si es lo que tú quieres, adelante'. A partir de ese momento ya dejé completamente los estudios y me dediqué únicamente a bailar".

De una trayectoria con tantos reconocimientos nacionales en España e internacionales que lo han traído a Costa Rica, ¿cuál cree que ha sido el más importante?

"Yo tengo así como algo muy metido dentro y que lo voy a recordar siempre un par o tres de situaciones. La primera fue el primer campeonato de España que ganamos porque fue un campeonato de algún modo que fue muy sorpresa. Nadie apostaba por nosotros como ganadores, ni nosotros mismos. Nosotros nos conformábamos o teníamos expectativas de subir al podio, de quedar en tercer lugar, como mucho en segundo lugar, pero en ningún caso ganar. Y no sé, ese día a lo mejor de algún modo bailamos mejor de lo esperado o los otros también, no sé, la comparativa fue así y ganamos. Por poco, por poca diferencia, pero ganamos. 

"Y eso fue una sorpresa para todo el mundo. Para mí eso fue un recuerdo muy bueno. Además, yo vengo de una familia muy humilde, no hemos tenido en nuestra familia mucho dinero. Recuerdo de mis padres hacer muchos, muchos, muchos sacrificios para que yo pudiese bailar. Recuerdo estar en casa con un sofá medio roto y no poder cambiar el sofá o no poder comprar una televisión nueva porque teníamos que pagar mis clases de baile y mis viajes. Y entonces, en ese momento, el hecho de ganar y tener en mi mente a mis padres y pensar por fin todo el sacrificio que ellos han hecho por mí, pues un poco de algún modo se lo estoy devolviendo. Era un orgullo para mí decir, papás, gracias por todo lo que habéis hecho porque gracias a vosotros estoy ahora mismo aquí arriba. Para mí eso fue muy importante".

¿Cuál ha sido el sacrificio más grande que ha tenido que realizar en toda su trayectoria?
"Al empezar a dedicarme tan profesionalmente y tan joven, necesitamos de algún modo encontrar una manera de poder tener ingresos para poder pagar también ese baile. Porque, como te he dicho, veníamos de una familia muy humilde, tanto yo como Desirée (Desirée Martín), que ha sido mi pareja de baile toda la vida. Nuestros padres podían ayudarnos económicamente, pero nosotros necesitábamos ya encontrar una manera de tener ingresos. Con 17 años abrimos nuestra academia. Era la única manera de poder tener un trabajo y luego poder salir y viajar y trabajar. Porque si te pones a trabajar en un sitio o en un lugar ocho horas, no tienes esa flexibilidad de poder ir a ensayar, de poder viajar y competir. Entonces, decidimos abrir nuestra academia. Con 17 años, entrenando, compitiendo, viajando, además llevando un negocio, dando clases, el sacrificio para nosotros fue saltarnos un montón nuestra juventud. 

"Yo dejé de lado mucho a mis amigos, no he salido mucho de fiesta, no he salido mucho de viaje, de vacaciones, porque en esa época estábamos plenamente concentrados en bailar, en ensayar, en llevar la academia, en dar las clases. Este era nuestro mundo, era ese 100%. Eso para mí fue un sacrificio, dejar atrás o tener que decir no a mis amigos tantas, tantas, tantas veces que llegó el punto hasta que ya mis amigos ya no me decían, oye, vamos a salir, porque ya sabían que yo iba a decir que no".

Entrevista domingo_Isaac Rovira
Rovira baila desde que es un niño. Ha representado a España en múltiples concursos nacionales e internacionales. ​

Cuando ya usted decide tomar esta carrera como su profesión, ¿en algún momento pensó que iba a lograr todo lo que ha logrado? Poder representar a España fuera de sus fronteras.

"Al principio no, ni mucho menos, pero evidentemente, cuando empiezas a competir, siempre tienes esa parte de competitividad, de querer ganar, ¿no? Evidentemente, siempre empiezas a competir y te gusta ganar y siempre quieres un poco más, pero hasta que no empiezas, o hasta que no llegamos a ese punto en el que ganamos nuestro primer campeonato de España, ya lo empiezas a ver como algo mucho más cercano. 

"Es, vale, ahora ya he ganado un campeonato de España, ahora tenemos que mantenerlo el próximo año, tenemos que volver a ganarlo, tenemos que representar a España en campeonatos del mundo. Por lo tanto, tienes esa, entre comillas, presión, ¿no? O así que es como tengo que representar a mi país en un campeonato del mundo, tengo que hacerlo lo mejor que pueda. Y entonces, pues en ese momento sí que ya empiezas a darte cuenta de lo importante que es y de que quieres más. Y que, evidentemente, quieres más y quieres ganar y quieres conseguir lo mejor".

Hablemos de su llegada a Teletica, ¿cómo fueron esos primeros acercamientos? ¿Cómo fue que la producción llegó a usted?

"La verdad es que fue fortuito, la verdad es que mucha, mucha suerte. Si sabéis, en el programa hay tres bailarines de México, que son Eric, Jazhel y Kevin. Yo soy entrenador y profesor de Eric y de Jazhel y de Kevin desde hace más de 15 años. Hace más de 15 años que yo fui a México a dar una formación para jueces y entrenadores a la Federación Mexicana de Baile y ahí les conocí. Ellos tuvimos muy buena relación y quisieron seguir trabajando conmigo de manera regular. Coincidió que ellos estaban haciendo el programa Dancing with the Stars aquí en Costa Rica y que yo tenía que ir a México con ellos a dar clases y a trabajar con ellos. Ellos estaban aquí y me dijeron que en lugar de ir hacia México, mejor ven a Costa Rica y durante el programa tomamos clase contigo y entrenamos contigo. Y así fue. 

"Vine a Costa Rica y estuve entrenando con ellos aquí. Como estaba entrenando en el estudio, me presentaron a Vivi (Vivian Peraza, productora de MQB) y ellos, de algún modo, propusieron a Vivi que yo formase parte del jurado de ese Dancing with the Stars como invitado. Hicimos una prueba, estuve en el ensayo general del sábado, di mis valoraciones, di mi manera de hablar, cómo soy yo y les gustó. Me dijeron: “pues venga, vamos para adelante. Mañana, el domingo, estarás como jurado invitado”. Estuve ahí, hice esa gala de invitado y aparentemente les gustó. 

"Al terminar el programa, recibí un mensaje de Vivi y me dijo: “nos gustaría que para la próxima temporada del Dancing with the Stars estuvieses toda la temporada ya como juez fijo”. Y yo les dije que estaba encantado porque para mí era una maravilla, un orgullo. Justo era diciembre y vino la pandemia, se anuló todo, ya no pudo ser por los motivos obvios, quedó como en stand-by. Luego volví a recibir el mensaje, pero en octubre nació mi hija, entonces era imposible. Luego hubo otra pausa y ya otra vez me contactó Vivi: “este año sí, empezamos, pero ya no con Dancing with the Stars, sino con Mira quién baila y queremos que vuelvas”. Y así fue. Llevo en contacto con la producción de Teletica más de seis años y hasta que lo logramos el año pasado".

Cuando ya le proponen venir como juez fijo, ¿cuál fue la parte más difícil?

"Lo que he dicho antes, dejar a mi familia es lo más duro, pero por suerte hablamos constantemente, cada día dos o tres veces por videollamada y seguimos en contacto. Mi hija es muy pequeñita, tampoco termina de entenderlo mucho, sabe que estoy lejos, me habla, pero está bien, porque ella hace “papa, mira”, y se va, y ya está. Prefiero eso. Lo que más cuesta para mí es estar lejos, pero ellas están felices y perfectas. Además, el reto fue adaptarme a un tipo de baile y manera de trabajar que no es competitivo, sino pensado para televisión. Empecé a aprender cómo hacer que las coreografías se vean bien en cámara, algo que nunca había hecho, y estoy súper contento de haber aprendido mucho de televisión y de show".

Entrevista domingo_Isaac Rovira
Isaac Rovira junto a su esposa, Sarai Xicola, y su hija Nina, quien tiene cuatro años. ​

Hablemos de su pareja, ¿cómo ha sido para ella tenerlo tan lejos y solo poder hablar por videollamada?

"Sobre todo el año pasado fue más duro. Somos un equipo y estando yo aquí, ella está sola con la peque. Es un sacrificio grande que hace ella y que es difícil de llevar con el trabajo, la casa y la niña. Por suerte, contamos con la ayuda de nuestros padres, así que estamos bien cuidados, pero el esfuerzo de mi esposa es digno de tener en cuenta".

¿Y cómo ha sido llevar una relación? ¿Cuánto tiempo tienen juntos y ha sido difícil viajar tanto?

"Siempre es difícil, claro. Nos casamos hace siete años, pero llevamos doce de pareja. Lo bueno es que cuando nos conocimos, ella ya sabía mi vida, que viajaba mucho y competía. Por lo tanto, no hubo un cambio grande. Ella trabaja en sanidad con horarios de lunes a viernes, y yo trabajo cuando otros dejan de trabajar, fines de semana y noches. No ha sido fácil, pero con los años nos adaptamos, organizamos vacaciones y disfrutamos los momentos juntos. Procuro estar lo más presente posible".

Y ahora que estos tres meses va a estar acá en el formato, ¿han valorado la posibilidad de que su familia venga a verlo en alguna gala?


"Sí, esto lo tenemos claro. El año pasado queríamos que viniesen, pero no se pudo. Este año sí o sí van a venir, estamos terminando de buscar fechas, posiblemente en octubre, y van a venir segurísimo. Mi idea es que puedan ver el programa en vivo y compartir esta experiencia conmigo".

¿Cómo ha sido la relación con sus compañeros y cómo se dio cuenta de que Toni Costa iba a participar en este formato?

"La relación entre los cuatro es súper divertida, nos llevamos muy bien y tenemos una química muy buena. Todas las cosas que pasan en vivo en la mesa de jueces son espontáneas, nada está preparado. Eso hace que nos lo pasemos muy bien y creo que la gente desde casa percibe esa naturalidad y diversión. 

"Yo con Toni lo conozco desde hace muchísimos años porque cuando éramos jóvenes competíamos juntos en España. En 2005 hicimos el primer casting para Mira quién baila en España y ambos fuimos seleccionados como bailarines. Yo estuve tres temporadas bailando con los famosos. Después de la tercera temporada, mis resultados en competiciones mejoraban, y decidí dejar la televisión para enfocarme en mi baile y competencias. Toni, en cambio, decidió seguir en televisión y se fue a Miami con el formato. Cuando Vivi me confirmó que comenzaría Mira quién baila en Costa Rica, me dijo que Toni Costa también iba a estar, ¡qué sorpresa! Cuando nos encontramos aquí por primera vez fue como si no nos hubiésemos separado 15 años. Nos llevamos muy bien, Toni tiene un corazón enorme, lo considero como un hermano más".

Ustedes ya tienen experiencia en el formato, pero adaptarlo a Costa Rica implica ritmos nuevos como el swing criollo. ¿Cómo ha sido adaptarse a estos ritmos latinos?

"Yo soy una persona que le gusta aprender constantemente. Llegar aquí y ver que se iban a bailar ritmos que no había visto nunca fue un reto. Primero vi videos y aprendí cómo se bailaban. Además, contamos con bailarines locales excelentes que me enseñaron figuras y pasos. Poco a poco voy aprendiendo los orígenes y características de estos ritmos. Como juez técnico, me siento en la obligación de aprender lo más profundo posible para dar valoraciones profesionales".

¿Qué tan diferente es la primera temporada de esta segunda para usted como experto?

"El año pasado ya estuve en los ensayos toda la semana dando opiniones desde fuera. Este año he dado un paso más: monto casi todas las coreografías de ballroom junto con los bailarines para proyectar el baile televisivo con técnica y show. También colaboro con la producción y dirección para que las coreografías tengan un propósito claro, potenciando fortalezas de los famosos y minimizando debilidades. Estoy toda la semana, de lunes a viernes, 100% involucrado con los ensayos".

Entrevista domingo_Isaac Rovira
Rovira y su familia​ disfrutan de videollamadas mientras él trabaja en Costa Rica. 

La semana pasada, todos los participantes coincidieron en que usted es el juez más estricto. ¿Qué opina de eso?

"Me parece bien y lo entiendo. Mis comentarios son más técnicos, entonces tengo que corregir fallos sin suavizarlos demasiado. Siempre procuro que la crítica sea constructiva y respetuosa. Además, conozco lo que los participantes pueden hacer, porque los entreno durante la semana. Si el domingo no lo hacen bien, se los voy a decir porque sé que son capaces de hacerlo mejor. Por ejemplo, el año pasado fui muy crítico con Lisbeth, y me sentí orgulloso de verla llegar a la final y bailar tan bien".

Para ir finalizando, ¿qué proyectos tiene además de MQB y qué lo espera en España cuando regrese?

"En España tengo mi academia en Barcelona con muchos alumnos y parejas que compiten. También soy juez internacional, viajo por Europa y el mundo a competiciones importantes, incluyendo campeonatos de Europa y del mundo. Eso es mi vida habitual: formar bailarines, entrenadores, trabajar como juez y viajar. Aquí, además de los domingos en las galas, estoy dando clases privadas de ballroom para quienes quieren aprovechar mi estancia en Costa Rica".

Si pudiera enviar un mensaje a su yo de hace 20 años, ¿qué le diría?

"Le diría que no cambie, que siga como es, porque estoy aquí gracias a ello y me siento afortunado. Pero también le diría que podría haberse exigido un poco más, con más sacrificio y esfuerzo, para llegar aún más lejos".

¿Cuál es la clave para ser un buen bailarín?

"Ensayar mucho, entrenar mucho, sacrificarse, pero sobre todo disfrutar cada momento. Tener objetivos es importante, pero también hay que disfrutar el camino y las experiencias, para poder mirar atrás y sentirse feliz por lo que se ha logrado".

Repase la entrevista completa a continuación: 


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