Por Deutsche Welle 18 de diciembre de 2025, 5:30 AM

La Justicia francesa condenó este jueves (18.12.2025) a cadena perpetua a un anestesista por envenenar a 30 pacientes, de los cuales 12 perdieron la vida, en un presunto intento de desacreditar a sus compañeros de trabajo. "Usted va a ser encarcelado inmediatamente", indicó la presidenta del tribunal de Besanzón, Delphine Thibierge, al acusado que compareció libre durante los más de tres meses de juicio y recibió el anuncio de la pena impasible.

Frédéric Péchier, de 53 años, trabajaba como anestesista en dos clínicas de la ciudad de Besanzón, en el este de Francia, cuando, entre 2008 y 2017, los pacientes sufrieron paros cardíacos en circunstancias sospechosas. Doce pacientes no pudieron ser reanimados. La víctima más joven, de cuatro años, murió durante una cirugía rutinaria de amígdalas, mientras que la más anciana tenía 89 años. La Justicia también impuso un período de 22 años durante el cual el ahora condenado no podrá solicitar la libertad condicional, en un país todavía conmocionado por el caso del cirujano pederasta Joël Le Scouarnec.

Sus abogados recurrirán: "No soy un envenenador"

Toda su familia, que siempre lo ha apoyado, acudió de nuevo para respaldarlo en una abarrotada sala del tribunal. Tras el anuncio de los primeros veredictos de culpabilidad, sus hijas la abandonaron entre lágrimas. El tribunal siguió la opinión de la Fiscalía, que había solicitado la cadena perpetua contra este médico, "uno de los mayores criminales de la historia" por haber "utilizado la Medicina para matar".

"Hace ocho años que lucho contra los que me acusan de ser un envenenador (...) Hice un juramento en 1999 y siempre lo he respetado, el juramento hipocrático", aseguró el acusado el pasado lunes, en su última declaración. Péchier, que siempre ha proclamado su inocencia, insistió durante su último turno de palabra: "No soy un envenenador". Sus abogados anunciaron hoy que recurrirán la sentencia.

Era el único que podía haber cometido los crímenes

El tribunal mixto, formado por seis miembros de un jurado popular asistidos por tres magistrados profesionales, no creyó la declaración de inocencia que durante tres meses desgranó en el tribunal de Besançon el acusado, que se apoyaba en la ausencia de pruebas directas. Pese a ello, el jurado ha aceptado los argumentos de la acusación, que sostenían que Péchier es el único que podía haber cometido esos crímenes y que lo hizo por inquina contra algunos colegas médicos de los que quería vengarse.

Según la Fiscalía, el facultativo contaminó bolsas de perfusión con potasio, anestésicos locales, adrenalina e incluso heparina, para provocar un paro cardíaco o hemorragias en pacientes atendidos por colegas. Su objetivo: "Afectar psicológicamente" a los sanitarios con quienes estaba en conflicto y "alimentar su sed de poder", indicó el Ministerio Público.

La Fiscalía había descrito a Péchier, de 53 años, como un "asesino en serie" y un "doctor de la muerte", en un caso similar a otro reciente en Alemania. Aunque efectivamente no encontraron ninguna prueba formal de sus actos, los investigadores consideraron al anestesista como el único nexo común entre todas esas muertes. En la ciudad de Besanzón fue donde se juzgó en 2022 un sonado crimen pasional protagonizado por un chileno.

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