Por AFP Agencia |15 de abril de 2025, 19:27 PM

Dalma Maradona, hija mayor del legendario exfutbolista argentino Diego Armando Maradona, dijo este martes que la muerte de su padre se podría haber evitado si los médicos que lo atendían "hubieran hecho su trabajo".

Las declaraciones fueron dadas durante el juicio que se lleva a cabo en Argentina contra el equipo de especialistas a cargo de la salud del Diez, fallecido el 25 de noviembre de 2020 en Dique Luján, en la provincia de Buenos Aires.

"Si ellos hubieran hecho su trabajo esto se habría evitado", dijo Dalma Maradona, que es querellante en la causa, en el juicio que tiene lugar en San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires.

"Nos engañaron de la manera más cruel", sostuvo la hija del Pelusa en referencia a tres especialistas, todos imputados: el médico de cabecera Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz.

Maradona murió por un edema pulmonar provocado por una insuficiencia cardíaca durante una internación domiciliaria posterior a una neurocirugía, según la autopsia.

Médicos, enfermeros, la psiquiatra y un psicólogo son acusados de homicidio con dolo eventual, una figura que implica que eran conscientes de que su accionar podía ocasionar la muerte del paciente y por la que pueden pasar entre 8 y 25 años en prisión.

Una octava acusada -enfermera- será juzgada en un proceso separado.

"Pensé que se iba a despertar".

La hija mayor de Maradona, de 38 años, dijo que Luque aseguró a la familia que el internamiento domiciliario "era la única opción" tras la neurocirugía.

A la vez, según ella, les aseguró que su padre "iba a tener" los mismos cuidados "que en una clínica", incluyendo atención médica 24 horas, ambulancia y aparatología, aunque eso "después nunca sucedió".

"Era una casa donde de vez en cuando un médico iba a verlo", señaló sobre la atención que recibía su padre, y destacó que la vivienda "era un asco y había olor a pis".

Durante varios pasajes de su testimonio, Dalma rompió en llanto, como cuando recordó el momento en que vio a su padre ya fallecido: "Me tiro encima cuando entro porque pensé que se iba a despertar", relató.

"Compartí mi vida con mi papá y estuve al tanto de sus adicciones, por suerte él pudo recuperarse de una adicción a la cocaína", contó, y dijo que después de su internación en Uruguay en el 2000 "era paciente cardíaco".

La hija del astro dijo que desde aquel momento Maradona "empezó a tener problemas" con la bebida y que "la mezcla del alcohol con la medicación no lo ayudaba en nada".

"El último tiempo yo muchas veces dije que no reconocía a mi papá porque ya no sonreía. Había momentos en los que se perdía", afirmó.

Al ser cuestionados, aseveró, los médicos respondían que era una situación que solo veían las hijas, "que él estaba bien".

Dalma dijo además que quiso visitar a su padre días antes de su muerte, pero que personas de su entorno, entre las que identificó al apoderado y abogado del exfutbolista Matías Morla y a su asistente Maximiliano Pomargo, no lo permitieron.

"Querían aislarlo, dejarlo solo", señaló.

"Una bestialidad".

Antes que la hija de Diego Maradona declaró en el juicio el abogado y empresario Víctor Stinfale, que se presentó como amigo y uno de los asesores legales del ídolo desde 1998.

Stinfale contó que participó de una reunión junto a familiares y médicos en la que se decidió la reclusión domiciliaria y en la que se hizo hincapié en que "no se filtrara alcohol" en la casa.

"Se preocuparon por la adicción de Diego y no se preocuparon por el corazón", señaló. "Que se haya muerto Diego porque no entraron a verle a cuánto le latía el corazón y si estaba hinchado, como muestran los medios, me parece una bestialidad".

El testigo dijo que llevó al médico Rodolfo Benvenutti a la reunión y que este señaló qué cuidados debía haber en la casa, incluida una ambulancia, pero "lo que se habló en esa reunión no sucedió".

Según declaró, Luque "era amigo de Maradona" y "era el encargado de mediar" para que otros médicos pudieran atenderlo.

Stinfale señaló que "el único que podía entrar a la habitación de Maradona sin comerse un sopapo (golpe) era Luque" y consideró que en sus últimos días faltó firmeza para poder lidiar con el ídolo, ya que "eran todos empleados" y "era muy difícil decirle que no".

La audiencia, que concluyó a las 18H50, continuará el próximo martes. La fiscalía aún no adelantó quiénes serán los testigos de esa sesión.


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