La Sele se desinfla ante Haití y el sueño mundialista de momento es una pesadilla
El empate en el Nacional compromete a una La Sele que deberá, sí o sí, ganar en Honduras en octubre.
La noche se convirtió en una pesadilla y soñar con el Mundial está hoy lejos, muy, muy lejos, más jugando de esta forma.
Costa Rica empató 3-3 ante Haití en un partido terrible en el que comenzó bien, pero poco a poco se comenzó a desinflar al punto de seguir sin sumar una victoria en la fase final de la eliminatoria rumbo al Mundial 2026.
Cabe resaltar que estos dos empates se consiguen ante los rivales que en el papel son los más flojos del grupo. En fin, terrible. Más complicado imposible.
Aun así, era tanta la necesidad de la Tricolor que ni sentarse dejaron a los aficionados y ya La Sele lo ganaba 1-0 a Haití.
En 56 segundos de juego, Kenneth Vargas aprovechó un buen pase de Manfred Ugalde para abrir el marcador y poner la alegría en un Estadio Nacional con muy poca asistencia.
Este fue el tercer gol más rápido de La Sele en una eliminatoria.
Alonso Martínez y Carlos Mora intentaron ampliar el marcador con muy buenos remates, pero el portero suplente Josue Duverger (el titular no pudo viajar) y el poste se los impidieron.
Haití agarró un poco de confianza y exigió al máximo a un Keylor Navas que hasta ese momento era un aficionado más.
Pero vino el segundo tanto en una rápida jugada que dejó mano a mano a Alonso Martínez ante el guardameta para definir por debajo y poner así el 2-0 en el marcador al minuto 34.
Martínez pudo poner el tercero, pero la dejó ir en el mano a mano.
Pero las que no anotamos, las vemos hacer.
Costa Rica cedió la pelota a Haití y Joseph Mora cometió un penal que detuvo Keylor Navas a la derecha, pero en el contrarremate lo dejaron solo para que Duckense Nazon pusiera el descuento al 55’.
El gol hizo aparecer los fantasmas y ese miedo que suele rondar a la Tricolor en los últimos años.
Más cuando, tres minutos después, el propio Nazon se volcó de chilena y marcó un verdadero golazo que dejó sin respuesta a Keylor y calló a todo el Estadio Nacional que quedó paralizado por completo.
Sudor frío por la espalda de los aficionados, caras largas y preocupación en el palco de los directivos de la Fedefútbol.
Y es que no era para menos, el gol dejaba el camino mundialista, no solo complicado, si no cuesta arriba y bajo un campo minado por la victoria de Honduras ante Nicaragua.
La Sele se abalanzó a la desesperación, y sí, golpeó más el arco, pero se tropezó con la urgencia y eso le terminó pasando factura, justo cuando pasaban los minutos y los cambios no venían.
Costa Rica se fue apagando al igual que los ademanes de un Miguel Herrera que terminó ocultándose entre el banquillo con cambios tardíos que no aportaron más