Sala de Despecho: el lugar para los amantes de la “música plancha”
Hay lugares que no se visitan, se viven. Y así es la experiencia que se vive en el corazón vibrante del entretenimiento nocturno de Ciudad de México.
Por Joaquín Alvarado Gutiérrez / @tio_quincho.
Hablamos de la Sala de Despecho, el lugar de moda que le ha dado una nueva vida a la música nostálgica de los 80, 90 y 2000, esa que conocemos cariñosamente como “música plancha”, y que en México se convierte en un himno colectivo para cantar, bailar y llorar con estilo.
Para quienes no están familiarizados, el término nace en Costa Rica, evocando esas tardes en que las madres y abuelas planchaban la ropa al ritmo de Yuri, El Buki, Ednita Nazario, Flans, Timbiriche, Lucero, Ana Gabriel y tantos más que marcaron época. Melodías intensas, letras cargadas de emoción y voces que aún hoy nos erizan la piel.
Este fenómeno tomó fuerza en el país con espacios como El 13, donde DJS especializados hacían vibrar generaciones enteras con estos clásicos, hasta que surgió Plancha Live, el dúo conformado por Adrián Céspedes y Ana María Roldán, quienes han conquistado escenarios como Jazz Café y otros rincones del país, uniendo a jóvenes y no tan jóvenes bajo la bandera de la nostalgia y el buen despecho.
México también tiene su “plancha”, aunque no lo sepa
Aunque no la llaman así, la emoción es la misma. Y en Sala de Despecho, ubicada en un segundo piso de la prestigiosa zona de Masaryk en Polanco, CDMX, la magia sucede. Un VJ mezcla videos originales de íconos como José José, Juan Gabriel, Luis Miguel, Yuridia, Ana Bárbara y hasta RBD. Canciones que hablan de amores imposibles, despedidas amargas, promesas rotas… y todo eso que, aunque duela, se canta con el alma.
¿Por qué no puedo ser tu amigo?, Ese hombre es mío, No me preguntes por qué, Cuando calienta el sol, cada tema es un himno y cada persona en el lugar lo canta como si le acabaran de romper el corazón.
Pero no todo es melancolía: la atmósfera es de fiesta, complicidad, catarsis colectiva. Es el despecho convertido en celebración.
Un lugar seguro para desahogarse y gozar
Algo que nos sorprendió gratamente fue la seguridad del espacio. A pesar de estar lleno (¡y cuando decimos lleno, es de verdad!), la organización y el control son impecables. Todo está diseñado para que el único riesgo sea cantar demasiado fuerte o quedarse sin voz.
Si está planificando un viaje a Ciudad de México y ama la música con historia, los momentos para cantar a grito herido y bailar con el alma en la mano, Sala de Despecho es una parada obligatoria.
Esta inolvidable experiencia fue parte de nuestro recorrido por Ciudad de México, organizada y asesorada por nuestros aliados de Obelisko Mayorista de Viajes.