Por Mariana Valladares |16 de abril de 2025, 12:05 PM

La Semana Santa en Costa Rica no solo se vive en lo espiritual o familiar, también se expresa con fuerza en la cocina. En esta época, muchas familias costarricenses recuperan recetas tradicionales sin carne roja, enfocadas en ingredientes como el chiverre, la yuca, el coco, los mariscos y los postres caseros.

Inspirado en esa herencia culinaria, un restaurante de Escazú diseñó un menú especial disponible durante todo el mes de abril. La propuesta busca capturar la esencia de la cocina tica en la Semana Mayor y ofrecerla en un formato de almuerzo de dos o tres tiempos, con platos elaborados a partir de productos locales y sabores que evocan la tradición.

El chef ejecutivo, Kevin Charpentier, explicó que la iniciativa responde al deseo de muchas familias de vivir la Semana Santa desde casa, sin dejar de disfrutar de la gastronomía típica de estos días. 

“La comida es parte esencial de nuestras tradiciones, y en Semana Santa eso se nota aún más. Pensamos este menú para quienes se quedan en San José y quieren algo especial, sin tener que cocinar”, comentó.

Entre las opciones saladas del menú destacan el bísquet de langosta, que se sirve con pan de masa madre al grill y mantequilla de eneldo; el arroz con mariscos mixtos —una combinación de calamar, camarón y chorizo de langosta— acompañado de una ensalada criolla de repollo, tomate y pepino; y el filete de pargo en salsa cremosa de coco y tomillo, acompañado por un puré de yuca negra y crocantes de plátano verde.

En la sección de postres, el menú rescata clásicos de la temporada y les da un giro contemporáneo. El arrollado de chiverre se presenta con helado de horchata, mientras que el arroz con leche se acompaña de miel de papaya verde, en una versión fiel a las recetas tradicionales. Finalmente, el tamal de maicena aparece en una versión caramelizada y servido con helado de vainilla, una combinación que mezcla lo ancestral con lo moderno.

Los almuerzos están disponibles de lunes a domingo, entre mediodía y 2 p. m.

La propuesta no busca solamente ofrecer un menú de temporada, sino también reconectar con los sabores de la cocina costarricense en una época en la que el alimento se convierte en un símbolo de pausa, familia y espiritualidad. 

“Más que un almuerzo, es un encuentro con nuestras raíces”, expresó Rebeca Oconitrillo, directora de ventas y mercadeo del hotel.

Esta iniciativa se suma a una tendencia creciente: ofrecer gastronomía con identidad cultural, que trascienda lo comercial y proponga un espacio para el disfrute consciente de la comida tradicional costarricense.

Puede obtener más información del restaurante CENSE en sus redes sociales. 

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