Por Mariana Valladares |6 de septiembre de 2025, 8:45 AM

La intoxicación en perros y gatos es una de las emergencias más comunes en medicina veterinaria. 

Puede ocurrir en cuestión de segundos y, según la sustancia, poner en riesgo la vida del animal. Ante este escenario, Teletica.com conversó con la experta Alexandra Alvarado, quien enfatiza que lo más importante es mantener la calma y actuar con rapidez.

“Cuando una mascota se intoxica, cada minuto cuenta. Lo primero es retirar cualquier resto del veneno —puede ser comida, pasto, un envase o incluso el empaque— para evitar que siga ingiriéndolo”, explicó la especialista.

Otro punto clave es no intentar provocar el vómito sin supervisión profesional. 

“En algunos casos, como con productos corrosivos o derivados del petróleo, el vómito puede empeorar las lesiones internas”, advirtió Alvarado. 

Si el veneno tuvo contacto externo con la piel o la boca, lo recomendable es lavar con abundante agua. Además, la identificación del tóxico resulta vital. 

“Siempre guarde el envase, empaque, planta o sustancia sospechosa, porque esa información nos ayuda mucho al momento de dar tratamiento”, agregó la experta.

El traslado al veterinario no puede esperar

Según Alvarado, lo siguiente es llevar a la mascota de inmediato a la clínica más cercana. 

“Es fundamental informar al veterinario qué comió, cuánto y hace cuánto tiempo. Si es posible, lleve también vómito o heces recientes en una bolsa, porque eso puede ayudarnos a confirmar el diagnóstico”, recomendó.

En la clínica, el equipo médico evaluará si es seguro inducir el vómito, además de administrar carbón activado en algunos casos, colocar suero, medicamentos de soporte y controlar posibles complicaciones como convulsiones, dificultad respiratoria o arritmias.

Lo que nunca se debe hacer

La especialista también enfatiza qué prácticas deben evitarse: “No automedique a su mascota con leche, aceite, sal ni remedios caseros. Eso no neutraliza los venenos y, al contrario, puede agravar la intoxicación”.

Sobre el uso del carbón activado, Alvarado aclara que es una herramienta útil, pero no siempre adecuada.

“Se puede utilizar si la intoxicación fue reciente, en la última hora o dos, y cuando el tóxico es absorbible, como en casos de raticidas, ciertos medicamentos, insecticidas o plantas. Pero la mascota debe estar consciente y en condiciones de tragar”, detalló.

Por el contrario, no se debe administrar si el veneno es cáustico o corrosivo (cloro, lejía, ácidos), si se trata de derivados del petróleo, si el animal está inconsciente o convulsionando, o si la intoxicación proviene de metales pesados como plomo, hierro o zinc.

“Lo más importante es entender que ninguna medida casera sustituye la atención veterinaria. La decisión más segura siempre será trasladar a la mascota de inmediato a un centro médico”, concluyó Alvarado.

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