Por Mariana Valladares |12 de abril de 2025, 8:00 AM

Los problemas respiratorios en perros y gatos son más frecuentes de lo que muchos imaginan y, aunque algunos pueden parecer leves, otros requieren atención veterinaria inmediata. 

Según explica la etóloga Alexandra Alvarado, “es importante que los tutores estén atentos a cualquier cambio en la respiración de sus animales, ya que puede ser un indicador temprano de una condición más grave”.

Uno de los padecimientos más conocidos es la tos de las perreras, una traqueobronquitis infecciosa que se manifiesta con una tos seca y persistente. 

“Suele sonar como si el perro tuviera algo atorado”, comenta Alvarado.

Si bien puede resolverse con reposo y medicamentos, en casos donde hay infección bacteriana se requieren antibióticos. La mejor prevención es la vacunación contra Bordetella.

En razas pequeñas, como los Yorkies o Pomeranias, es común el colapso traqueal. “Muchos perros pequeños presentan una tos que parece un ‘graznido de ganso’. Esto no es solo molesto, puede volverse un problema crónico si no se trata”, advierte la etóloga. El tratamiento incluye desde un cambio de collar por arnés hasta cirugía en casos severos.

También existen episodios más benignos, como el estornudo inverso, donde el perro parece inhalar aire muy rápido. 

“Puede asustar a los tutores, pero no es peligroso. A veces, basta con masajear suavemente la garganta del animal”, señala.

Mascoticas

Si se observan síntomas como encías azuladas o fatiga extrema, podría tratarse de una condición pulmonar o cardíaca. En estos casos, se necesita atención médica especializada inmediata.

Condiciones que afectan a los gatos

Los felinos no se quedan atrás. Las infecciones respiratorias superiores son particularmente frecuentes en gatos jóvenes o que han estado en refugios. Virus como el herpes felino o el calicivirus provocan estornudos, secreción nasal y fiebre. 

“En estos casos, es esencial limpiar bien la nariz del gato y usar humidificadores para aliviar sus síntomas”, aconseja la especialista.

Otra afección que requiere especial atención es el asma felina, que puede confundirse con un simple resfriado. 

“Si escuchás silbidos cuando tu gato respira o tiene ataques de tos seca, no lo dejés pasar. El asma en gatos puede controlarse con inhaladores y corticoides, pero necesita diagnóstico veterinario”, advierte. 

También se presentan casos en los que el animal ha inhalado un cuerpo extraño o sufre alergias. La señal de alerta son estornudos repetitivos, secreción nasal o frotamiento constante del rostro.

​¿Cuándo preocuparse?

La clave está en observar el comportamiento de su mascota. 

“Si ves que tu perro o gato tiene dificultades para respirar, se cansa más de lo normal o tiene las encías pálidas o azuladas, es momento de ir al veterinario”, indica Alvarado. 

Otros signos de alarma incluyen secreciones verdes o con sangre, tos o estornudos persistentes por más de dos o tres días, e incluso desmayos.

La experta enfatiza que “muchas enfermedades respiratorias pueden tratarse con éxito si se detectan a tiempo. El error más común es pensar que ‘ya se le va a pasar’, y eso puede poner en riesgo la vida del animal”.

En conclusión, mantener la vigilancia, consultar con el veterinario ante cualquier duda y seguir un calendario de vacunación adecuado pueden marcar la diferencia en la salud respiratoria de nuestras mascotas.

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