Por AFP Agencia 4 de octubre de 2025, 11:35 AM

En 75 años de historia del campeonato, solo dos mujeres, las italianas Maria Teresa de Filippis (1958) y Lella Lombardi (1974 a 1976) lograron tomar la salida de un Gran Premio de F1 al volante de un monoplaza, pese a que en 2024 representaron el 38% de los puestos permanentes en Fórmula 1, una cifra históricamente alta.

En un deporte históricamente dominado por hombres, cada vez son más las mujeres que rompen el techo de cristal y se ganan una plaza en la Fórmula 1, algunas incluso en puestos de responsabilidad.

Antes del Gran Premio de Singapur el domingo, esta es la carrera de algunas de ellas:


.Cleo Collins, la agente inmobiliaria reconvertida en mecánica

Jefa de mecánicos en el equipo de pruebas de Williams, Cleo Collins destaca el hecho de "no aburrirse nunca". Además de la formación de los jóvenes pilotos, esta británica supervisa el desarrollo de los monoplazas fuera de los GP, un trabajo esencial en la búsqueda de un mejor rendimiento del coche.

Aunque Collins asegura a la AFP que a sus 31 años está viviendo "un sueño", su carrera no estaba destinada a acabar en F1. "A los 18 años trabajaba con caballos, un medio que desgraciadamente no aporta suficiente dinero" pese a sus "numerosas cualificaciones".

Por ello, la joven tuvo que ingresar en la empresa inmobiliaria de su familia en Londres. "Debía durar un año, al final estuve más de siete antes de decidir tomar mi propio camino" en el deporte del motor. Sin ninguna formación, la británica se convirtió en voluntaria en campeonatos modestos. "Siempre me gustaron los coches, aunque la F1 no me interesaba demasiado".

Luego se unió a las W Series (un campeonato femenino de monoplazas que se disputaba al margen de los GP de F1 hasta 2022). "En esa época decidí volver a los estudios para aprender a construir coches y adquirir conocimientos teóricos". Una vez obtuvo su diploma, en 2022 entró a trabajar en Alpine y a comienzos de este año se pasó a Williams.

.Hannah Schmitz, la estratega de Verstappen

Considerada una de las piezas fundamentales de los cuatro títulos del neerlandés Max Verstappen, Hannah Schmitz siempre tuvo claro que quería ser ingeniera. De pequeña "jugaba con coches y me interesaba en su funcionamiento", recuerda esta británica de 40 años.

Diplomada en ingeniería mecánica en Cambridge, esta madre de dos niños llegó a Red Bull en 2009. primero en un puesto de ingeniera de modelización y simulación y a partir de 2011 en el departamento de ingeniería, en el que llegará a ser su máxima responsable en 2021, año del primer campeonato de Verstappen.

"Al ser mujer, no estaba segura de meritar mi puesto en F1, pero comprendí (...) que lo que contaba era tener una buena actitud", recordaba en un video publicado por Red Bull en 2022. "Forzosamente, es necesario instaurar una relación de confianza, pero como mujer, es más difícil. Ahora me he ganado el respeto de todos y espero que otras jóvenes (...) vean que también ellas lo pueden conseguir".


.Laura Müller, la ingeniera a la que no le gustaba la física

A los 33 años, Laura Müller se convirtió en 2025 en la primera mujer ingeniera de carrera en F1, al lado del piloto francés Esteban Ocon (Haas).

"Cuando era joven, no sabía qué quería hacer. Me tomé un año sabático y me marché a Australia, donde me reencontré con mi interés de infancia por el deporte del motor", recuerda en una entrevista difundida por la escudería Haas.

Con un master de ingeniería en automoción, la joven alemana, a la que no le gustaba nada la física y cuyo interés por la ingeniería estaba relacionado con el deporte del motor y sobre todo con la leyenda Michael Schumacher, comenzó trabajando en disciplinas de resistencia y la Fórmula Renault antes de llegar a la F1 en 2022.

En Haas comenzó como responsable del simulador y luego ingeniera de rendimiento, hasta que en enero pasado fue ascendida a ingeniera de pista. Su papel es el de asegurar la comunicación entre Ocon y su equipo gracias a las comunicaciones por radio en las carreras.


.Claire Dubbelman, "madame" seguridad

Su primer recuerdo de la F1 se remonta a cuando tenía "cuatro o cinco años", cuando su padre la despertaba para mirar el GP de Australia "muy temprano en la mañana".

Desde 2017, Claire Dubbelman, 39 años, ha ido escalando puestos en el seno de la FIA, la instancia dirigente del deporte del motor, hasta convertirse en la primera mujer directora adjunta de carrera de F1 el pasado invierno.

Su misión: si el director de carrera, sin el que un GP sería un caos en la pista, "decide que tiene que intervenir el coche de seguridad o si hay una urgencia médica", ella interviene para que salga el coche de seguridad o las asistencias médicas.

Única mujer en poseer una "Super Licencia", obligatoria para desempeñar el puesto, los comienzos de la neerlandesa en el mundo del motor se remontan a 2008, en la Fórmula Renault, donde formaba un equipo con tres personas "con labores muy diversas", recuerda. "Pero aquello me preparó para el puesto que ocupo actualmente".


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