A dos pasos de la final: así se vivió la décima gala de 'Nace una Estrella'
Solo quedan ocho estrellas en competencia y una noche para la Gran Final. Le contamos cómo fueron las presentaciones de las estrellas y quién dijo adiós.
Con la tensión flotando en el aire y los sueños cada vez más cerca de cumplirse, este domingo 15 de junio el Estudio Marco Picado se transformó en un escenario vibrante, cargado de emoción, escenografías impactantes y talento en su punto más alto.
La décima gala de la sétima temporada de Nace una Estrella (NUE) marcó un antes y un después: el inicio del último tramo de competencia. Cada participante tuvo dos oportunidades para conquistar al jurado y al público, mientras la cuenta regresiva hacia la gran final se volvió inminente.
Al final de la noche, el veredicto llegó: Alejandro Galarza fue expulsado. Su eliminación causó sorpresa, ya que había mostrado crecimiento sostenido y una sensibilidad interpretativa única.
Galarza, su pareja Verónica Quirós y Karen Box fueron los participantes en zona de riesgo, por empate. Estas estrellas quedaron de últimos en la tabla acumulada entre calificaciones de jueces y votos del público, aunque la decisión final la tuvo el panel de expertos. De estas estrellas, la primera que salvaron los jueces fue a Box.
Nueve estrellas y 18 presentaciones
La noche la abrió Karen Box, quien busca consolidarse bajo su nombre artístico Kailin Garibaldi. Esta vez se apropió del escenario con Cómo olvidar. Su interpretación fue intensa, desde lo vocal hasta lo emocional, dejando claro que esta recta final la enfrenta con determinación.
"Una hermosa canción de Olga Tañón, creo que lo afrontaste muy bien, pero sentí que te quedaba muy baja en un inicio. Me faltó matiz y unificar el color de voz", acotó la jueza internacional Myriam Hernández.
El juez Marvin Araya destacó que "te vi feliz y hay que hacer a la gente feliz a través de la música". Notó problemas de afinación y coincidió con la experta internacional, por lo que le dio un ocho de puntaje, al igual que Debi Nova y Hernández.
El juez Joaquín Yglesias puntuó el performance con un nueve, para una calificación de 33 de 40 puntos.
Desde Hatillo 1, Verónica Quirós sorprendió con una sentida versión de The winner takes it all de ABBA. La puesta en escena, con columnas y bailarines que enmarcaron la narrativa de la canción, acompañó perfectamente la interpretación de Verónica, quien apostó por un registro emocional más contenido, pero igual de poderoso.
En total, recibió 35 puntos: nueve de Nova, mismo puntaje que dieron Hernández y Araya. Joaquín Yglesias se limitó a un ocho.
"Maravilloso, sabes qué me gustó muchísimo, que lo sentí muy natural. En galas anteriores, te dije que no era necesario actuarlo y hoy noté que lo disfrutaste. Me gustó muchísimo", indicó Nova.
"Concuerdo, logramos escuchar tu voz afuera, potente. Eso me encantó. Tu fuerte es el estilo más meloso, pero esto te queda bien. Yo le hubiera puesto más articulación a los graves, porque a veces cuesta entenderte", agregó Yglesias.
El pequeño Santiago Abarca, de tan solo 10 años, se metió al público en el bolsillo con A Dios le pido, de Juanes. Con su sonrisa contagiosa y su mezcla única de reguetón y rancheras, el niño de Patarrá demostró que el talento no tiene edad, y que la energía puede ser una herramienta tan poderosa como la técnica.
"Santiago tiene ese fenómeno de la magia de la escena. Tenés que cuidar que el entusiasmo no te haga desafinar. Lo hiciste bastante bien, te felicito", subrayó el director de la Orquesta Filarmónica, Marvin Araya.
La jueza internacional dijo que el tema tiene métrica y mucha letra, pero que lo hizo bien. "Noté la voz un poquito más pastosa, me quedo con lo bueno". El panel calificó la presentación con un 32: ocho puntos de cada experto.
Alejandro Galarza celebró el Día del Padre interpretando Rolling in the deep. La canción de Adele fue reinterpretada con fuerza masculina y una escenografía envolvente que incluyó gradas y luces dramáticas. El intérprete mostró una voz sólida, con matices bien trabajados, y se posicionó como uno de los más completos de la gala.
"Muchas felicidades de verdad. Hiciste una propuesta diferente, te adueñaste del escenario. Tal vez lo que te diría es que cuando bajes el volumen de la voz, acerques el micrófono", indicó Yglesias.
"Totalmente de acuerdo. El arreglo, me encantó. Eso se alimenta también de vos, cómo te entregaste, cómo fuiste líder en el escenario. El falsete va agarrando fuerza, bien", ratificó Nova.
Obtuvo 33 puntos: nueve de Nova y ocho del resto de jueces.
Desde Paraíso de Cartago, Franciny Castillo regaló una de las presentaciones más íntimas de la noche con Demasiado herida. Acompañada por un piano blanco y una iluminación tenue, su voz flotó en el ambiente con delicadeza, transmitiendo cada palabra como si naciera de su propia historia personal.
"Me gustó mucho que hiciste una versión muy propia, muy tuya, es algo distinto. Me gustó, me concentré en lo que estabas haciendo, estabas al 100%", explicó Hernández.
"El piano tiene pulsación y vos ibas siguiendo. Cantar así, casi acapela, es una maravilla. Ojalá todos pudieran cantar una canción así. Cuidado nada más, había unas notitas desafinas, pero estuvo muy bien", dijo Araya.
Yglesias dijo que "el piano es la base", lo que deja ver todo lo bueno y todo lo malo. Las notas desafinadas cobraron factura, por lo que recibió 36 puntos: nueve de cada juez.
Juan David Montero, el niño de San Carlos que con 13 años mostró una madurez interpretativa impactante. Con Yo viviré, logró una conexión genuina con el público, respaldado por una plataforma que lo elevó –literal y artísticamente– en el escenario.
"Eres otra persona, es increíble. Qué lindo verte así suelto en el escenario. Cuando hay algo tan demandante como cantar y bailar, hay que practicar, bailar y cantar", acotó Nova.
"Cuando yo te vi, pensé siento que hay una barrera o un vidrio que nos divide. Ya eso no existe. Tu voz es un talento extraordinario, lo disfrutamos mucho. De parte del dúo (Debi y él, Joaquín), concordamos que es una de tus mejores presentaciones", ratificó Yglesias.
En total, recibió 36 puntos y su primer 10, del tenor Yglesias. Nova y Araya coincidieron con un nueve, mientras que la jueza internacional se dio un ocho.
Rosmery Navarro, con su estilo ranchero inconfundible, apostó por una pieza dramática: Hijo de la luna. La escenografía con mallas y bailarinas tejió una atmósfera casi mística. A sus 19 años, la joven de Higuito proyectó una mezcla de dulzura y melancolía que caló hondo.
La jueza Hernández confesó que cuando la escuchó pensó en la complejidad de la interpretación y le "faltó que me llevaras a otra dimensión", por lo que le dio ocho puntos, al igual que Marvin Araya.
"La afinación es peligroso, cada vez que alguien canta esta canción, pienso -Uy Dios, uy Dios. Hay palabras y estrofas que necesitan mucha interpretación y atrapar, si no logras esto, no hay impulso para llegar allá. Es un consejo con mucho cariño", agregó Araya.
Aunque Nova e Yglesias no dieron comentarios en esta presentación, le dieron calificación perfecta, para un total de 36 puntos.
Desde Liberia, Vivianne Juárez llegó con una interpretación cuidada de Nunca es suficiente. Acompañada por una pasarela blanca y telas rojas que caían desde el techo, la joven mostró no solo una voz firme, sino también un manejo escénico elegante, que resaltó su formación artística. Una vez más, recibió calificación perfecta: 40 puntos.
"Vivian, me sacaste las lágrimas", confesó Joaquín Yglesias.
Debi dijo que "tengo pocas palabras, lo que sentía y espero que vos lo sintás, vos naciste para esto".
"Estamos hablando Myriam y yo conversando, ojalá Dios me dé vida para escucharte adulta cantando", agregó el maestro Araya, a lo que Hernández respondió "estábamos pensando qué vas a hacer cuando tengas 18 (años).
Yeris Lobo cerró la primera ronda con No se murió el amor. Desde La Rita de Guápiles, el joven de 20 años dejó ver su sensibilidad con una balada que navegó entre la nostalgia y la fuerza interpretativa.
La jueza internacional le pidió "respetar la métrica" y le pidió cantar "como viejito, siempre refrescar mi amor". Le dijo que tiene una voz preciosa, pero solicitó mejorar la interpretación.
"Es la cuestión de la intensión rítmica. La voz impecable, la afinación bien, pero son cositas de madurez musical. No debemos dar todo al inicio, guardarnos algo para el final", agregó Araya.
Los jueces puntuaron la interpretación con 34 puntos: nueve de Nova, nueve de Yglesias, ocho de Araya y ocho de Hernández.
Los concursantes volvieron al escenario con propuestas aún más estratégicas y variadas.
Verónica Quirós cambió totalmente y regresó a su tono Algo contigo, esta vez acompañada por músicos en vivo. La calidez de su voz contrastó con la sobriedad de la puesta anterior, dejando ver una nueva faceta de su estilo.
Nova dijo que "este es tu tipo de vibe". Al inicio, entro un poco mal, pero como toda una profesional lo solucionó. En su segunda presentación, le fue mucho mejor, con 36 puntos: nueve de cada experto.
Karen Box regresó con Sin llorar, en una interpretación más introspectiva. Mostró control, fuerza vocal y una evolución en el manejo de su presencia escénica.
"El arreglo te va marcando cómo llevar la canción, pero faltó un poco de matiz. Tenés una voz preciosa", y la puntuó con un ocho.
Los otros jueces le dieron nueve puntos, para un total de 35 puntos.
Alejandro Galarza apostó por Emergencia, el tema de Debi Nova, con una escenografía llamativa: humo bajo, un bote y luces azules que reforzaban la tensión del tema. La interpretación fue intensa y calculada, como quien entiende que ya no hay margen para errores.
"Cuando uno escribe una canción uno no sabe dónde van a llegar", dijo Nova conmovida.
"Qué difícil, qué compromiso. Con esta audicionaste. Usar voz femenina te ha funcionado. Creo que pudo haber muchas más dinámicas, bajarle un poco la tensión. Hubo unas notitas sospechosas, que seas más precisas", agregó Yglesias.
Recibió 34 puntos: 10 de Nova y ocho de los otros expertos.
Juan David Montero, más reflexivo, cantó Antes de ti con una interpretación íntima y minimalista. El cambio de registro fue un acierto y mostró su capacidad de adaptarse a distintos estilos.
"Hubo varias notas desafinadas, te sentí desafinado. No puede ser que todo tu talento esté basado en las notas agudas. Yo vengo a verte, quiero verte. No disfruté tu presentación, pude haber vivido sin ella. No sé si fue porque no te gusta. Esa es mi apreciación. No tomés nada a la ligera", dijo el director de la Filarmónica.
Recibió 33 puntos: nueve de Nova, nueve de Yglesias, siete de Araya y ocho de Hernández.
Franciny Castillo rompió con la atmósfera emocional anterior y prendió el escenario con La plaga, una apuesta rítmica que incluyó cuatro bailarines. Fue un contraste radical que evidenció su versatilidad.
"Wow Franciny. Me gusta mucho, dice mucho de voz de tu talento, de tu versatilidad. Si quiero decir algo que me hubiera gustado algo diferente en 'ahí viene la plaga'", acotó Nova.
La jueza chilena expresó que hay que elegir un buen repertorio. En palabras de Yglesias "hay que vender el producto final". En total, recibió 33 puntos: nueve de Nova y ocho de los otros expertos.
Santiago Abarca volvió con María María, derrochando ritmo, picardía y esa seguridad desbordante que lo ha caracterizado durante toda la temporada.
"Hay personas como tú que tienes una destreza. Al margen de que haya algunas imprecisiones, a mí me da lo mismo. Muchas veces es mejor una buena interpretación que una perfecta afinación", expresó la jueza internacional.
Santi, como es conocido, recibió su primer 10 de la temporada, de la jueza Hernández. Los otros expertos le dieron nueve puntos, para un total de 37.
Yeris Lobo regresó con Y ahora quién, en un montaje que incluyó mesas cocteleras y bailarinas. Su interpretación fue elegante, con una mirada más madura, mostrando crecimiento vocal y escénico.
"Yeris, me tiene impresionado tu capacidad salsera. Óigame papa, esto es lo suyo. Usted canta salsa y tiene una posibilidad de brillar, aprovéchelo. Tiene una voz extraordinaria para la salsa", confesó Araya.
Recibió 38 puntos y dos 10, de don Marvin y Debi Nova. Joaquín y Myriam puntuaron el performance con un nueve.
Vivianne Juárez mantuvo su tono sobrio con Lo que son las cosas, una interpretación nostálgica, bien articulada y sin exceso de dramatismo.
"Qué se comió usted. Sos una profesional", dijo Yglesias, antes de calificarla de nuevo con un 10, al igual que el resto de jueces.
La liberiana se convirtió en la primera estrella de la temporada en recibir dos calificaciones perfectas en una misma noche.
Rosmery Navarro cerró la gala con A que no le cuentas, una ranchera moderna que le permitió lucirse vocalmente y cerrar con fuerza una noche inolvidable.
La jueza Nova la felicitó por dejar su voz nasal y le pidió cuidar notas precisas por la afinación. "Te espera un futuro increíble. Vamos bien".
El performance fue puntuado con 35 puntos: ocho de Marvin Araya y nueve del resto de expertos.
La décima gala de NUE dejó claro que todos los participantes están afinando sus armas para lo que será el duelo final. La competencia está al rojo vivo, y cada nota cuenta. Con solo dos galas restantes, las emociones prometen intensificarse aún más. La cuenta regresiva hacia el nacimiento de una nueva estrella ya comenzó.
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