Por Paulo Villalobos |6 de junio de 2025, 16:10 PM

En Costa Rica, al igual que en la región, el crimen organizado explota el contrabando de cigarros como una forma rápida de obtener efectivo para financiar otras de sus operaciones.

Así, al territorio nacional ingresan cargamentos de productos hechos, en su mayoría, en China. La gran parte entra al país desde Panamá —cuando provienen de Sudamérica— o Belice —cuando su destino es México—, explicó el fiscal adjunto, Mauricio Boraschi.

Una vez en Costa Rica, estos se comercializan principalmente mediante el menudeo en áreas concurridas de San José, como la Avenida Central.

De hecho, el representante del Ministerio Público señaló que la semana pasada se realizó un importante decomiso de cigarros que fueron introducidos al país de forma ilegal. La incautación se relaciona con un exoficial de la Fuerza Pública, de quien el fiscal se reservó mayores detalles.

Boraschi recordó que el daño del contrabando de estos productos va en dos vías: el que sufre el Estado al dejar de percibir los altos impuestos que se imponen a los cigarros y el que sufre la ciudadanía, en el tanto que no existe ningún tipo de respaldo sobre el origen o la calidad del producto.

"Al final, el consumidor, el que va y compra ese paquete de cigarros mucho más barato, porque los venden hasta un 50-70% más barato, quien compra ese cigarro, no sabe que está fumando. No sabe qué va a consumir y, perdonen, pero lo digo así, para ser gráfico, le pueden vender boñiga envuelta en papel de cigarro con un filtro, una marca y una cajetilla, y el consumidor final termina fumándose eso. Eso para no hablar del tema de las, voy a usar otra frase popular, cochinadas químicas que puede llevar este producto que van directamente hacia el cuerpo de la persona consumidora final de ese producto", mencionó el funcionario.

El representante del Ministerio Público señaló que, en otros países, como México, existe el Cártel del Tabaco.  Este mantiene vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y se ha encargado de crear una mampara, en la que se presenta como fabricante y desarrolla un negocio con aparente legalidad, pero que aprovecha una estructura narco para posicionar sus cigarros en supermercados bajo amenazas y presiones para que estos se vendan frente a los productos legales.

A esa situación debe sumarse el atractivo por su precio.

El fiscal mencionó que, esas organizaciones buscan incursionar en ese negocio para intentar desligarse del narco y dar apariencia de legalidad y comercial a sus operaciones.

Los dineros originados del contrabando de cigarros se utilizan para la compra de armas, vehículos, combustible o propiedades, así como para la contratación de sicarios o el pago de sobornos, de acuerdo con el representante del Ministerio Público.

Es por ello que para las estructuras criminales el efectivo tiene tanta relevancia y es de ahí que estos pagan con droga.

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