Por Paulo Villalobos |5 de septiembre de 2025, 12:15 PM

La Red Nacional Antitabaco (Renata) alertó sobre una “epidemia” de menores enfermos a consecuencia del vapeo.

Esto luego de que el jueves se conocieran los resultados de la más reciente Encuesta nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas en población de educación secundaria, que reveló que 12,6% de los colegiales consultados aseguraron haber fumado cigarros, tabaco o vaporizadores en los últimos 30 días. Esa cifra, además, triplica una medición anterior.

Para la organización, Costa Rica atraviesa una situación similar a la que vivió Estados Unidos hace dos años, que llevó a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) a prohibir los cigarrillos electrónicos Juul por sus altos niveles de nicotina.

De hecho, un estudio del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), también dado a conocer el jueves, descubrió que en el mercado nacional se venden dispositivos con contenidos de nicotina que triplican la recomendación internacional.

Valga recordar que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reportó un aumento de enfermos por vapeo, al pasar de 13 en 2021 a 1.456 en 2023, y en ese entonces la población más afectada oscilaba entre 15 y 29 años.

Vapeadores

Ahora, esa institución reportó 42.267 atenciones solo en lo que va del año.

Esa combinación de datos es la que lleva a la Red Antitabaco a sostener que el país está frente a esa “epidemia”.

"Dicho  término señala el rápido y preocupante aumento de jóvenes afectados por los vapeadores es similar a cuando una enfermedad contagiosa se propaga rápidamente en una población, generando un impacto negativo masivo en la salud pública. Esta expresión se usa para destacar la urgencia y gravedad del problema, haciendo énfasis en que el crecimiento exponencial de casos requiere medidas inmediatas y contundentes para su control", explicó que la presidenta de la organización, Nydia Amador.

La vocera alertó que adolescentes y jóvenes han sido atacados durante los últimos dos años por fuertes campañas publicitarias que los incitan a vapear.

Esa exposición se da, principalmente, en redes sociales y las cajas de supermercados y tiendas.

"Cuando uno se pregunta, ¿qué está pasando? ¿Por qué este auge? Si ustedes ven, esos dispositivos son de colores atrayentes, en donde los jóvenes creen que no les hacen daño. Además, ocultan los químicos que en el aerosol —porque no es un vapor de agua— contiene. Estos sabores son muy atrayentes, saben y huelen a frutas, a menta, con lo que enmascaran el amargo de un dispositivo de estos", indicó la médica de profesión.

En esa misma línea fue que la vicepresidenta y ministra de Salud, Mary Munive, llamó “venenos con sabor a chicle” a estos aparatos.

Amador pidió a la jerarca a darle su apoyo al proyecto de ley 22.497, para regular el etiquetado de estos productos.

"Es importante mencionar que estos colores atractivos nosotros estamos tratando de neutralizarlos a través de una iniciativa de empaquetado neutro, que le quita todos los componentes de mercadotecnia al dispositivo en sí, para que los haga menos atractivos a esta población", explicó la presidenta de la Red Antitabaco, para luego hacer un llamado a los diputados a aprobar la propuesta.

La vocera hizo énfasis en los riesgos que los vapeadores representan para la salud de los jóvenes. Por ejemplo, mencionó las lesiones severas, que incluso los pueden llevar a la muerte.

"El vapeo en los adolescentes no es inofensivo, afecta sus pulmones, el corazón y el cerebro, que está en pleno desarrollo. La nicotina que está presente en estos dispositivos causa una adicción muy rápida y puede alterar la memoria, la atención y el control de los impulsos.

"Además de eso, los líquidos contienen químicos que irritan las vías respiratorias y aumentan el riesgo de problemas pulmonares y cardiovasculares, tanto a corto como a mediano plazo", señaló por su parte el doctor Jeancarlo Córdoba.

En el ámbito emocional y social, el médico señaló que los vaporizadores se asocian con mayores problemas de ansiedad, depresión y bajo rendimiento escolar.

Debido a eso, el Ministerio de Educación Pública (MEP) impulsa una reforma a su Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes, con el que pretende sancionar y suspender a los estudiantes que consuman este tipo de productos o drogas.

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