Una organización criminal costarricense consiguió colocar 32 kilogramos de cocaína en Australia, a través de su ocultamiento en botes inflables enrollables.

Los seis supuestos miembros de ese grupo fueron detenidos la mañana de este miércoles durante una serie de allanamientos ejecutados por la Sección de Estupefacientes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), bajo la dirección de la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos.

Se trata de sujetos de apellidos Jiménez (49 años de edad, cabecilla), Paniagua (68), Alvarado (57, mujer), Martínez (28), Jiménez (47) y Alvarado (63).

Las diligencias tuvieron lugar en Mata Redonda de San José, Pozos de Santa Ana, Concepción de La Unión, Pérez Zeledón y Barva (vea video adjunto de Telenoticias).

El Ministerio Público señaló que la agrupación se vincula con un cargamento decomisado por la Policía Federal Australiana en junio de 2023, así como con otra incautación hecha en agosto de 2024 por el Organismo de Investigación Judicial.

"Aquí hay que dar un detalle importante. En Costa Rica, un kilo de cocaína puede costar unos $7.000, mientras que en Australia tiene un valor significativamente mayor, de $300.000 por kilo. Eso significa que este decomiso en Australia cuesta $9,6 millones", indicó el subdirector general de la Policía Judicial, Michael Soto.

Respecto a este último, se tiene que la confiscación ascendía a los 24 kilos de la sustancia ilícita que iban ocultos en baterías para montacargas que iban a ser enviadas a Estados Unidos.

Pero la Fiscalía también estableció en su investigación que, en apariencia, el grupo tenía otros métodos para trasegar la droga, como las tablas de surf.

"Importante mencionar que estamos también en este momento detrás de la persona que fungía como líder de esta organización (Jiménez), que también está relacionado con un caso anterior de drogas que les permite tener cierta expertis en el tema del ocultamiento y manipulación de la droga dentro de diferentes mercancías, en este caso, no tradicionales", explicó el fiscal adjunto de la Fiscalía General, Mauricio Boraschi.

Soto complementó que ese cabecilla y otros integrantes habían sido vinculados en el pasado al tráfico internacional de drogas a través de esculturas.

De ahí que la organización estaba "muy bien estructurada" para conseguir mayores ganancias, mediante antiguos contactos, así como el reclutamiento de personas sin antecedentes a los que se les encargaban las exportaciones.

"Lamentablemente, en el momento en el que estamos en la región, con una sobreproducción de cocaína en el Sur, además de que lamentablemente nuestro país se ha vuelto un hub de drogas; muchas estructuras y personas tratan de obtener ganancias de esto con su experiencia y sus contactos en el tráfico internacional de drogas para reenviar alijos hacia otros países. Es un modo operar de los muchos que hay", acotó el subjefe policial.

Presuntamente, la introducción de la cocaína en esos objetos se realizaba en una bodega en Heredia, desde donde se empacaban en cajas de madera y, posteriormente, se entregaban a agencias de aduanas para su envío al extranjero.

Los sospechosos quedarán a las órdenes del Ministerio Público, que deberá tomarles declaración indagatoria y definir su situación jurídica en el transcurso del día.

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