“Es un día de fiesta y gratitud”: Escuela Centeno Güell celebra 85 años de inclusión
La histórica institución, pionera en la educación especial en Costa Rica, atiende actualmente a 235 estudiantes con discapacidad y necesita apoyo urgente en infraestructura e insumos básicos.
Entre risas, abrazos, colores y una fiesta repleta de cariño, el Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Güell celebra este miércoles sus 85 años de historia.
Esta institución pionera en Costa Rica ha sido, por décadas, un faro de inclusión, educación y esperanza para personas con discapacidad intelectual, visual, auditiva y de lenguaje.
Ubicada en San José, la escuela atiende actualmente a 235 estudiantes de entre 0 y 21 años, brindándoles no solo una formación integral, sino también una oportunidad real de crecer y desarrollarse en un entorno digno, amoroso y especializado.
“Hoy es un día de fiesta y de gratitud. Damos gracias a Dios por permitirnos servir a esta población que requiere muchos apoyos. Hacemos nuestro mayor esfuerzo para brindar atención de calidad, a pesar de las limitaciones”, expresó emocionada doña Gretel Segura, directora del centro.
Necesidades urgentes y llamado a la acción
A pesar de su gran labor, la Centeno Güell enfrenta importantes desafíos. Recortes presupuestarios del Ministerio de Educación Pública (MEP) han afectado el funcionamiento del centro, por lo que muchas de sus necesidades básicas dependen ahora del apoyo solidario de la Junta de Protección Social (JPS), del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y de la empresa privada.
Las carencias más urgentes incluyen materiales de limpieza, productos de aseo personal, pañales, alimentos especializados como Ensure y materiales de infraestructura como latas de zinc, indispensables para mejorar los espacios en tiempos de lluvia.
“Hay procesos de contratación que llevan años sin resolverse. La infraestructura es nuestra prioridad en este momento. Por eso, hacemos un llamado a las empresas, organizaciones y personas que quieran sumarse con donaciones en especie o económicas”, añadió la directora.
Para colaborar, la institución cuenta con una cuenta bancaria gestionada por el patronato escolar. También es posible escribir al correo del centro para coordinar la entrega de insumos.
Una fiesta con propósito
Durante la celebración, la emoción era palpable. Animadores, artistas, regalos y mensajes de amor llenaron el ambiente, en una actividad que no solo conmemoró los 85 años del centro, sino que también visibilizó a una población que merece cada esfuerzo colectivo.
Luciana Prada, representante de la familia Picado, participó activamente en la jornada, entregando regalos y recordando la importancia de involucrarse con causas sociales más allá de la obligación.
“Esto no lo hacemos porque nos toca, lo hacemos porque nos nace. Mi abuela nos enseñó a servir y sumar al país. Cada quien puede poner su granito de arena: acompañar, donar, compartir tiempo o recursos. No hay nada más gratificante que ayudar”, expresó emocionada.
La Centeno Güell no es solo una escuela. Es un espacio donde cada niño y joven con discapacidad encuentra atención especializada, respeto, cariño y una oportunidad real de crecer con dignidad.
A 85 años de su fundación, la institución reafirma su compromiso con la educación inclusiva y el desarrollo humano, pero también abre sus puertas a la solidaridad costarricense.
Porque como dijo la propia comunidad del centro: “Aquí todo se recibe con amor”.