Por Juan José Herrera |4 de septiembre de 2025, 10:55 AM

El fideicomiso que el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) firmó en 2019 con el Banco Nacional para construir 38 obras urgentes se cerró en 2024 sin completar ni una sola.

Así lo revela el informe de auditoría presentado este jueves por la Contraloría General de la República.

El análisis del ente contralor explica que un 60,2% de los ₡15 mil millones aprobados en ese fideicomiso se utilizaron para cubrir gastos administrativos del PANI, mientras que casi el 90% de las necesidades que se pretendían cubrir persisten.

“Tras cinco años de vigencia, (el fideicomiso) fue finalizado mediante un 'acuerdo amistoso' con el BNCR en el año 2024, a pesar de que el PANI justificó en su momento la elección de esta figura como la vía más idónea para ejecutar los proyectos planteados.

“Además, la mayor parte de los recursos ejecutados se destinó a cubrir gastos administrativos, sin resultados en términos de infraestructura nueva. Al cierre del período auditado, más del 89% de esas necesidades seguían sin ser atendidas y el plan estratégico vigente no incluye medidas suficientes para corregir esta situación, en particular respecto a las oficinas locales, que representan un componente clave en la prestación de servicios”, cita el informe.

La auditoría detalla, además, que un 43% de las oficinas locales del Patronato están en un estado físico “regular o crítico”, que el 25% de los albergues tienen una ocupación por encima de su capacidad y que el 56% de los inmuebles del PANI son alquilados.

“Estas deficiencias han generado consecuencias operativas y presupuestarias, entre ellas, el deterioro de las instalaciones, el aumento del riesgo de variaciones en la calidad del servicio y la posibilidad de interrupciones, así como un incremento sostenido del gasto por concepto de alquileres, lo cual limita la capacidad del PANI para responder de manera oportuna, segura y permanente a los requerimientos de su población objetivo, la niñez y adolescencia en condición de riesgo”, concluye la auditoría.

La Contraloría dio hasta enero próximo al PANI para presentar una certificación que acredite que se estableció y formalizó un portafolio de proyectos de infraestructura que abarque tanto la construcción de obra nueva, como el mantenimiento, remodelación y ampliación de las obras existentes; además exige al Patronato presentar dos informes de avance sobre la implementación de ese portafolio, uno como máximo el 30 de junio de 2026 y el segundo a más tardar el  29 de enero de 2027.

Horas después, mediante una nota aclaratoria, el PANI aseguró que desde enero pasado informó públicamente el “acuerdo amistoso” para cerrar fideicomiso y que los recursos del instrumento son parte del patrimonio de la institución, por lo que estarían disponibles una vez se materialice el acuerdo y se incorporen al presupuesto.

Añadió que para agosto de 2022 el fideicomiso presentaba un atraso de 18 meses en el avance de las obras, razón por la que se acordó suspender el fideicomiso.

“Se cita que hubo factores externos al PANI (como la pandemia, impuesto al valor agregado y regla fiscal) que incidieron en la capacidad presupuestaria real del fideicomiso, que limitaron alcanzar el objeto del contrato.

“Además, la construcción de albergues nuevos, propuesta en el fideicomiso, responde a la realidad del 2019 y no a la prioridad actual. En este momento, nuestro trabajo se concentra en la desinstitucionalización y la ubicación de las personas menores de edad en acogimiento familiar. Crear albergues se contrapone con el derecho de los niños, niñas y adolescente de crecer y desarrollarse en una familia”, aclaró la institución.


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