Por Susana Peña Nassar 23 de octubre de 2025, 13:05 PM

A pesar de que los temblores de magnitud 6.1 en Quepos y 4.8 en Bahía Ballena ocurrieron con tan solo un día de diferencia (martes y miércoles) y a horas muy similares (9:57 p. m. y 9:43 p. m., respectivamente), al analizarlos detalladamente, los expertos concluyen que son muy diferentes.

Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), tranquilizó a la población al asegurar que “en los lugares donde tiembla muy a menudo siempre van a haber coincidencias”.

Si bien el origen de ambos movimientos es el proceso de subducción, la fuente sísmica no es la misma.

“El sismo del martes por la noche fue un sismo entre las placas, en el contacto entre la placa del Coco y la placa de Panamá; mientras que el sismo de este miércoles fue dentro de la placa del Coco: ocurre como deformación interna de la porción ya subducida de la placa del Coco bajo nuestro país”, explicó Protti.

El experto destacó que las profundidades también difieren, el primero fue a 17 kilómetros y el otro a 62. Por esa razón, el comportamiento esperado de las réplicas tampoco es el mismo.

“Estos sismos intraplaca, dentro de la placa del Coco, a profundidades mayores de 50, no tienden a tener una secuencia de réplicas importante. Inclusive, hay sismos de magnitud hasta cinco y medio, a 80 kilómetros de profundidad, que no tienen una sola réplica. Y eso es por la profundidad de confinamiento. 

“El sismo de ayer (Bahía Ballena) ocurrió a cerca de 60 kilómetros de profundidad y en estas condiciones se da la ruptura y por esa presión de 60 kilómetros de roca encima de la falla, la ruptura no se puede propagar fácilmente. Entonces lo que hay es muy pocas réplicas y muy pequeñas”, detalló Protti, quien agregó que se han registrado 20 hasta las 9 a. m. Aquí no se espera evento similar.

Por el contrario, el temblor con epicentro en Quepos supera ya las 100 réplicas, un número bajo si se compara con lo que esperaban los sismólogos por su conocimiento del Pacífico Central. 

“Sabemos que es una zona donde la copla es débil, que por eso no se generan terremotos grandes ahí, que cerca del 80% de la convergencia del choque entre la placa del Coco y la de Panamá se da en forma asísmica, o sea, no genera sismos, es un deslizamiento continuo, mientras que el otro 20% se da en sismos de magnitud moderada, 5.5, 6, algunos pocos por década, y tienden a presentarse en dupletas.

“Entonces, como la zona es relativamente débil, uno esperaría más bien que sismos como el del martes por la noche tuvieran mucho más réplicas, 150 réplicas en un día es muy poco para un sismo magnitud 6.1 o 6.2, y que prácticamente se están terminando ya las réplicas en un periodo tan corto, no es el comportamiento que ha mostrado el Pacífico Central en las últimas décadas”, expresó Protti.

El Ovsicori le da seguimiento a la actividad en el Pacífico Central para determinar por qué no se ha presentado “la dupleta”, es decir, otro sismo similar, y por qué las réplicas se han mantenido tan bajas. 

“Un escenario podría ser que simplemente propagó la ruptura que tenía que propagar, se detuvo el deslizamiento drásticamente y cargó algún segmento aledaño que es el que va a romper con la dupleta. Es pura especulación fundamentada en el comportamiento de ahora, pero hasta que no pasen unos días no podemos hacer una interpretación, no para saber qué va a pasar, porque ya pasó, sino para poder comprender cuando ocurran situaciones similares a futuro, tener un parámetro de comparación”, concluyó el sismólogo.

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