“Lo encontramos desnutrido y deshidratado”: Tico regresa grave tras detención en EE. UU.
Actualmente, permanece hospitalizado en el Hospital Escalante Pradilla, sin poder caminar, hablar ni alimentarse por sí mismo.
Por Elías Alvarado | el.alvarado@teletica.com
Randall Gamboa, costarricense oriundo de Pérez Zeledón, fue deportado desde Estados Unidos en estado crítico de salud, tras permanecer bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Su familia denuncia malos tratos, abandono médico y falta de comunicación durante su detención.
Gamboa había viajado a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades para apoyar a sus seres queridos. En diciembre de 2024 fue detenido por ICE y trasladado a un centro de detención. Desde allí mantenía contacto diario con su familia mediante videollamadas, en las que se le veía fuerte y saludable.
Sin embargo, a mediados de junio, las llamadas se interrumpieron abruptamente.
“Al inicio teníamos contacto con él por videollamada, que nosotros pagábamos. Posteriormente, se nos pierde, no tenemos contacto con él de ninguna manera… y por medio del consulado logramos contactarlos, pero nos dicen que no quiere comunicarse con la familia, lo cual nos pareció muy extraño,” relató Greidy Mata Esquivel, hermana de Randall.

La familia asegura que ICE lo trasladó al menos tres veces entre centros de detención, dificultando su localización. Finalmente, gracias a la gestión de una abogada voluntaria, Randall fue ubicado en un hospital en Texas, en condiciones alarmantes.
“La abogada que nos ayudó lo encontró en un estado de salud totalmente quebrantado. Tenía rabdomiólisis, estaba desnutrido, deshidratado, sucio, en abandono,” agregó Mata.
El 3 de septiembre, ICE autorizó su deportación. Randall llegó a Costa Rica en un vuelo ambulancia financiado por la agencia estadounidense. Actualmente, permanece hospitalizado en el Hospital Escalante Pradilla, sin poder caminar, hablar ni alimentarse por sí mismo.
La familia también denuncia inconsistencias entre los reportes médicos emitidos en Estados Unidos y los exámenes realizados en Costa Rica.
“Tenemos la epicrisis de mi hermano en Estados Unidos, pero no coincide con lo que los médicos acá han hecho. Lo trataron con medicamentos que no debían aplicarse en su cuerpo,” señaló Mata.
Ante lo ocurrido, la familia exige una investigación profunda sobre las condiciones de detención y atención médica que recibió Randall.
“A los migrantes nos los ocultan, no nos dejan hablar con ellos y es por algo. Queremos que las autoridades nos ayuden a encontrar las respuestas, porque nosotros como familia lo merecemos, y mi hermano también,” concluyó.
Randall continúa en estado delicado. Su familia insiste: merece justicia y verdad.