OIJ desarticula red de trata de menores tras múltiples allanamientos
Entre los detenidos hay dos cabecillas de nacionalidad china, un abogado del Ministerio de Trabajo y un oficial de la Fuerza Pública.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) desarticuló una banda dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual de menores de edad, tras ejecutar 19 allanamientos simultáneos en diferentes puntos del país, principalmente en Heredia y Guanacaste.
Según confirmó el director general del OIJ, Randall Zúñiga, los principales objetivos del operativo se ubicaron en Playas del Coco y Filadelfia, en Guanacaste, aunque también hubo acciones en San Ramón, Cartago, San José y Guararí de Heredia (ver video adjunto en la portada).
La Policía Judicial ya ha detenido a 19 personas, entre ellas dos hombres de nacionalidad china —uno naturalizado costarricense y otro con residencia— señalados como los líderes de la organización. T
También figuran tres mujeres reclutadoras menores de edad, la madre y el padrastro de una de ellas, un abogado del Ministerio de Trabajo, un oficial de la Fuerza Pública, ocho presuntos clientes, tres choferes y varias personas encargadas de la logística de los encuentros sexuales.
¿Cómo inició la investigación?
La causa se originó en diciembre del año pasado, cuando una madre denunció la desaparición de su hija.
Gracias a un sistema de control parental instalado en el celular de la menor, la mujer notó que la joven se había desplazado fuera de su comunidad hacia la provincia de Puntarenas. La menor regresó a su casa al día siguiente, pero el hecho encendió las alarmas de los investigadores.
Un mes después, en enero, se reportó un caso muy similar, lo que llevó al OIJ a identificar un patrón y posibles vínculos entre ambos incidentes. La investigación permitió descubrir una red criminal que reclutaba adolescentes mediante redes sociales y grupos de chat, aprovechándose de su vulnerabilidad económica para explotarlas sexualmente.
Las víctimas identificadas hasta ahora son diez menores de edad, quienes recibían pagos que oscilaban hasta los ₡600.000 por encuentro. Los cabecillas operaban principalmente desde Guanacaste, donde incluso contaban con una mansión valuada en cerca de un millón de dólares, utilizada para las reuniones ilegales.
El OIJ indicó que la investigación continúa para determinar si existen más víctimas o personas involucradas en esta red de explotación sexual y tráfico de personas.