OIJ descarta faltante de fentanilo; Auditoría señala riesgos críticos por sistema de CCSS
Solo en 2024, la institución administradora de los hospitales públicos del país destinó ¢296.500 millones a la adquisición de medicamentos.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) atribuyó a un error informático de contabilidad el supuesto faltante de 21.000 ampollas de fentanilo en la Farmacia del Hospital México.
Casi simultáneamente, la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) salió a señalar, una vez más, los riesgos críticos derivados de debilidades del sistema de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) que se puso en marcha el 2 de junio pasado.
El jueves anterior, el director general de la Policía Judicial, Rándall Zúñiga, descartó que se hubiese perdido o robado alguna de las unidades del psicotrópico, luego de que la orden sanitaria MS-DRPIS-2330-2025 advirtiera sobre “discrepancias críticas” en los inventarios del centro médico josefino.
"Dicho supuesto faltante se debió a un error por defectos generado en la interfase entre los sistemas SIFA/SIGES y el nuevo ERP-SAP, que genera duplicaciones o pérdidas parciales de registros. Esta situación afecta a todos los centros médicos del país y a más de 400 líneas de medicamentos en la actualidad.
"En la inspección física realizada, se verificó la existencia de 21.750 ampollas de fentanilo, cifra que coincide con los registros manuales en contingencia. Por lo tanto, se concluye que no hubo sustracción del medicamento, sino un error contable y de registro informático, ya corregido por los encargados del sistema ERP-SAP", indicó el jefe del Organismo de Investigación Judicial.
Casi dos semanas antes, la Auditoría Interna emitió la advertencia AD-ASALUD-0084-2025, sobre la afectación en la prestación de servicios farmacéuticos asociados a la salida en vivo del sistema en cuestión.

Precisamente, el órgano fiscalizador ha sido insistente en su vigilancia sobre el impacto de la implementación del software en las farmacias. Hasta la fecha, se tienen tres alertas sobre situaciones presentadas, que incluyen afectación en la calidad, confiabilidad y continuidad operativa de los servicios, en particular, por las cargas pendientes o erróneas, la duplicidad de registros, entre otros.
"Del análisis efectuado se concluye que la implementación en vivo del sistema ERP-SAP ha generado repercusiones significativas en la operativa diaria de las farmacias institucionales. Se evidencia que los servicios de farmacia enfrentan importantes retos operativos y riesgos sustanciales debido a la ausencia de información confiable en los sistemas utilizados. Esta situación ha obligado a recurrir a controles manuales y métodos no estandarizados para el registro y despacho de medicamentos, lo que genera incertidumbre en la planificación de compras, podría afectar el abastecimiento oportuno y provoca discrepancias en los datos entre los distintos sistemas. Además, se incrementa la carga de trabajo y el nivel de estrés del personal, lo que puede repercutir negativamente en la eficiencia del proceso de entrega de medicamentos.
"En este contexto, resulta fundamental que la administración, atendiendo a las disposiciones de la Ley General de Control Interno, refuerce la supervisión y adopte medidas correctivas que garanticen la integridad, exactitud y oportunidad de los procesos, asegurando así la eficiencia operativa de las farmacias y la adecuada prestación de servicios a las personas usuarias", señala la más reciente advertencia, en poder Teletica.com.
La Auditoría añadió que su estudio constató que la gestión de psicotrópicos y estupefacientes “enfrenta riesgos críticos” derivados de las debilidades del ERP, de las deficiencias en los controles manuales y la falta de estandarización en los informes.
Tal situación eleva las posibilidades de incumplimiento normativo, pérdida o uso indebido de productos, y posibles sanciones legales y administrativas contra la institución.
Estos cuestionamientos sobre los controles con los que cuenta la Caja tras el cambio de sistema están asociados a una partida de gasto que en 2024 consumió ¢296.500 millones del presupuesto total de la institución.


