Papá de Marco Calzada: “Vengamos la muerte de mi hijo con la fuerza del amor”

Han pasado casi tres años de esa trágica noche en la que Marco Calzada, de 19 años, fue asesinado por un grupo de jóvenes en las cercanías del Barrio Chino, en San José. En medio de un momento tan difícil, sus padres, Mario y Gabriela, transmutaron el dolor haciendo realidad el proyecto con el que soñó Marco: un centro misionero y de unión deportiva, educativa y cultural en la comunidad de Los Guido, en Desamparados.

Hoy, el proyecto Ignis Mundi está operando y recibiendo a cientos de jóvenes diariamente, quienes asisten a actividades deportivas, musicales, de herramientas para la vida y de alabanza a Dios.

“Vengamos la muerte de mi hijo con la fuerza del amor”, asegura Mario Calzada, quien, junto con su familia, pasó de vivir en Rohrmoser a este centro en Los Guido. En total, son seis familias misioneras residiendo en este lugar, pero la idea es que lleguen a 20.

“Trasladamos nuestro lugar de residencia al lugar en donde misionamos, y la convertimos en una misión constante. Y bueno, nos hemos llenado de sorpresas y, sobre todo, la sorpresa más grande es que nos ha ayudado a poder vivir el duelo como una forma de vengar la muerte de mi hijo, pero con la fuerza del amor”, afirmó Calzada.

En esta propiedad de tres hectáreas hay una “casa misión”, consultorios, salones para actividades o cursos y un salón de cómputo.

Además, gracias a una donación de la Fundación Tiempos de Esperanza, de Keylor Navas, construyeron una cancha de fútbol a la que asisten, de manera diaria, cerca de 300 personas entre los jugadores y los familiares y amigos que los llegan a ver jugar.

​También hay un ring de boxeo, ahí llegan cerca de 100 niños y adultos a practicar este deporte y, gracias a donadores, han podido costear al entrenador.

“Es muy fuerte ver cómo boxeadores vienen aquí buscando ser agresivos o demostrar esa agresividad, y terminan encontrando a una familia, una disciplina y un deporte. Entonces, encuentran un deporte cuando tal vez venían buscando otra cosa”, relató Calzada.

Los deportistas pueden hacer uso de todas estas facilidades de manera gratuita, con una condición: asistir a los cursos de formación como el que impartió el IAFA de manera reciente y ser parte de voluntariados, por ejemplo, de limpieza.

En este lugar también se imparten clases de guitarra y piano; de esta manera, atraen a niños, adolescentes y adultos que quizá no encontrarían otra oportunidad de sano esparcimiento.

“Hemos logrado ver a muchísimos chicos con historias de vida parecidas a las que tenían estos chicos que hicieron este asesinato, y bueno, pues sentimos de todo corazón que de alguna forma este proyecto y otras iniciativas ayudan muchísimo a la sociedad para que esto no pase. Yo, cada vez que tengo contacto con algún chico de estos, para mí es un regalo de Dios porque ellos están a punto de poder cambiar de rumbo, y podemos tener ese contacto no solo con ellos, sino con toda su familia, porque los vemos en el súper, los vemos en misa, los vemos en la calle, los vemos en boxeo, los vemos en fútbol, los vemos en todo y eso nos permite tener un contacto más rico con la gente de la comunidad”, compartió Calzada.