Escándalo de Rándall Zúñiga golpea imagen del Poder Judicial, coinciden expertos
En medio de la crisis de seguridad actual y la tensa dinámica entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, analistas políticos reconocen que las acusaciones contra el director del OIJ son un golpe reputacional directo a la labor judicial.
Las acusaciones por presunta violación que enfrenta el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Rándall Zúñiga, golpean directamente la imagen del Poder Judicial.
En esto coinciden tres expertos consultados por Teletica.com.
“Va a haber un daño reputacional desde el momento en que se da un escándalo de este tipo, donde hay mucho efecto farándula al principio; o sea, lo que empezó como un caso de supuesta violación por una denuncia, graban cuatro casos y fotos que van y vienen, videos, etcétera, memes, y entonces ya el tema empieza a farandulizarse.
“Pero creo que el daño reputacional lo hace más actitudes como las del Presidente (Rodrigo Chaves), de atacar e írsele al cuerpo y aprovechar para golpear a un adversario político, como a todas luces lo es Rándall Zúñiga”, cuestionó Iván Barrantes, estratega político.
Alejandro Molina, investigador en el Observatorio de Política Nacional de la Universidad de Costa Rica (OPNA-UCR), coincidió con que, en medio de la disputa que existe entre los poderes Ejecutivo y Judicial, la situación que enfrenta Zúñiga solo alimenta la narrativa del presidente Chaves.
“A nivel de narrativa, sobre todo de narrativa presidencial, pues sí puede haber una explotación y un aprovechamiento de este caso, que si se diera la salida de don Rándall pues se resuelve y el tema no pasaría a más, pero manteniéndose, de primera entrada podemos decir que eso podría ser aprovechado discursivamente desde el Poder Ejecutivo.
“Entonces, don Rándall debería defender su posición, pero sin arrastrar a la institución que él actualmente representa, por esto mismo que estoy diciendo, por la naturaleza de las acusaciones que enfrenta y el contexto de la coyuntura política del país, donde su continuidad quizás no es conveniente, sobre todo con lo que está en juego”, aseveró Molina.
La polítologa Gina Sibaja coincidió en que, por el daño reputacional al OIJ y el Poder Judicial, así como por la transparencia del proceso, Zúñiga debería separarse.
“Me parece que lo más prudente y transparente es que don Rándall se aparte del cargo, primero porque es un funcionario público de alto nivel, que tiene un cargo muy importante, y la verdad es que deja mucho que desear si la persona se aferra a ese puesto, ya lo hemos visto con otros actores políticos de primer orden; eso por un lado, y por el otro, por una cuestión de no entorpecer, porque estando ahí dentro, obviamente, va a tener acceso, de alguna manera, a la información del proceso que se está llevando a cabo”, aseveró.
Barrantes, sin embargo, fue el único de los expertos que dijo no estar seguro si separar al director de su cargo era lo correcto.
“No sé si da para tanto, porque precisamente una investigación es para determinar qué tan cierta es la denuncia. Aquí también tendemos a hacer a un lado que hay denuncia y automáticamente hay condena.
“Si empezáramos a funcionar con lo que la caja amplificadora de las redes sociales dice, que mucho de ella manipula cómo suena, yo creo que medio país estaría separado de sus cargos. No podemos actuar en función de un juicio público que muchas veces, y a todas luces, es manipulado”, finalizó el estratega.
La Corte Plena decidió, este miércoles, suspender de manera “provisionalísima” al director mientras avanzan las investigaciones en su contra.
