7 de agosto de 2025, 16:10 PM

Por Joaquín Alvarado Gutiérrez / @vamosalcine2025.

Un sonido seco en la madrugada. Un silencio más fuerte que un grito. Una ciudad que parece normal, pero donde nadie vuelve a casa. Con una crítica unánime que la posiciona como una de las joyas oscuras del año, Weapons (La Hora de la Desaparición) se perfila como el nuevo fenómeno del cine de suspenso, con terror más elegante, psicológico e impredecible.

Hay películas que simplemente entretienen.​ Y luego están las que te persiguen mucho después de que termina la última escena, La Hora de la Desaparición es de estas últimas.​ 

Desde su primera proyección en festivales, la cinta dirigida con precisión quirúrgica y narrada con una oscuridad casi poética, se ganó el respeto absoluto de la crítica especializada, al punto de alcanzar y mantener un 100% de aprobación en Rotten Tomatoes, un logro que solo unas pocas películas de suspenso han conseguido en la historia reciente.​ 

¿Recuerda el impacto de Get Out (¡Huye!) de Jordan Peele?​ ¿La incomodidad creciente de Hereditary o el nudo en el estómago que dejó Prisoners?​ Pues bien: Weapons (nombre en inglés) está lista para sumarse a esa lista de thrillers que redefinen el género.

Un rompecabezas narrativo que no da tregua

Todo inicia con una desaparición.​ Y como suele pasar en los buenos thrillers, nadie lo toma en serio al principio.​ Una adolescente no vuelve del colegio. Un repartidor no llega a casa. Una mujer graba un audio desesperado… y desaparece.​ Pero hay algo más, algo siniestro, sutil, invisible.

Una periodista de investigación, quien lucha también con su pasado, comienza a seguir los rastros.​ Un detective al borde del colapso, encuentra un patrón que no puede explicar.​ Y una ciudad entera, aparentemente normal, se convierte en un tablero de ajedrez donde cada movimiento puede ser el último.

La narrativa fragmentada que juega con el tiempo, las versiones y las percepciones hace que el espectador se convierta también en detective, dudando de todo, armando su propio rompecabezas emocional. Y mientras lo hace, el suspenso se siente, se respira, se encarna.

Más que miedo, una crítica social vestida de oscuridad

Como los grandes del género, esta película no solo quiere asustar, quiere incomodar, confrontar, remover.​ Detrás de las desapariciones hay una realidad incómoda, la indiferencia, el abandono, la violencia invisible.​ 

Así como lo hizo Zodiac al retratar la obsesión, o Gone Girl con la manipulación mediática, esta cinta expone los vacíos del sistema, el miedo colectivo, la fragilidad de la seguridad aparente. Y lo hace sin caer en el efectismo barato.​ No hay jumpscares fáciles aquí, hay silencios tensos, planos largos, respiraciones contenidas, y una atmósfera densa como una niebla de secretos.

Una joya para los verdaderos amantes del suspenso

Esta película no es para ver con el celular en la mano ni para medio entender.​ Es para sumergirse, para perderse, para sentir cómo el cine, cuando se hace bien, puede provocar escalofríos sin mostrar una sola gota de sangre.

Por eso, los fans del género psicológico, del thriller denso y bien construido, tienen en Weapons una cita imperdible.

Porque, como bien dijeron algunos críticos:

“No es una película que ves. Es una película que sobrevives”.

Este fin de semana, no es solo para ir al cine, es para aceptar una invitación a lo desconocido. Y tal vez, salir del otro lado con más preguntas que respuestas.

WhatsAppTeleticacom