Por Paulo Villalobos |22 de julio de 2025, 14:22 PM

La Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (FAPTA) reiteró, este martes, su acusación contra Celso Gamboa, Berenice Smith y Johnny Araya, por un presunto tráfico de influencias.

El Ministerio Público le achacó a los dos primeros —supuestamente— haber logrado una “ventaja indebida” en favor del tercero, quien para el momento de los hechos era candidato a alcalde por el Partido Alianza por San José en las elecciones del 7 de febrero de 2016.

Lo anterior se desprende de una serie de gestiones que realizó la periodista del diario La Nación, Mercedes Agüero, entre el 3 y el 25 de noviembre de 2015, a fin de conocer la lista completa de causas penales seguidas contra los aspirantes a gobernantes locales. Con esa información se construyó un reportaje que se denominó “Data” y que se publicó el 2 de febrero de 2016; cinco días antes de los comicios.

Para esa publicación, la oficina de prensa del Ministerio Público indicó a Agüero que Araya figuraba como imputado en el expediente 12-000096-621-PE, tramitado por la Fiscalía de Probidad.

Entre el 25 de noviembre de 2015 y el 4 de enero de 2016, la comunicadora contactó al entonces candidato y le informó sobre el proceso que se le seguía, ante lo que este le indicó que eso no era cierto.

Precisamente, en esas mismas fechas, Gamboa y Smith supuestamente realizaron “una serie de gestiones e influyeron en una fiscal” a fin de lograr una “ventaja indebida” en favor de Araya.

Fue a través de ese presunto favorecimiento que el exalcalde consiguió el oficio FAPTA-08-2016, con el que pudo demostrar a la periodista que no figuraba como encartado en la causa 12-000096-621-PE.

El Ministerio Público precisó, entre las supuestas acciones atribuidas a los encartados, que Gamboa, quien entonces era el fiscal subrogante, “increpó” a la jefa de prensa de la institución, Tatiana Vargas, por haber informado que Araya era endilgado en una investigación. En apariencia, Gamboa indicó a Vargas que había revisado el expediente y que de él no se desprendía ninguna implicación de Araya.

Asimismo, el mismo día, y todavía en presencia de Vargas, Gamboa presuntamente le ordenó a su asesor Justo Pastor López que le indicara a Araya que debía enviar un oficio a Smith —entonces fiscala adjunta de Probidad— para pedirle una certificación en la que se aclarara que él no figuraba encartado en la sumaria 12-000096-621-PE.

Supuestamente, López salió de la oficina y regresó poco después para decirle a Gamboa que Araya le había pedido que le redactara la misiva que debía enviar. Gamboa presuntamente le ordenó a su subalterno que lo hiciera.

López en apariencia confeccionó la nota que finalmente Araya firmó y entregó el 5 de enero de 2016, a fin de solicitarle a Smith que se certificara que no era parte de la causa penal 12-000096-621-PE y la corrección del asiento informático. Dicha nota se entregó a la Fiscalía de Probidad el 5 de enero de 2016.

“Entre el 4 y el 5 de enero de 2016, en el edificio de tribunales del I Circuito Judicial de San José, propiamente en la oficina de la acusada Berenice Smith, fiscala adjunta de Probidad, se hizo presente el acusado Celso Gamboa, subjefe del Ministerio Público para ese momento, y en dicha condición, actuando de manera conjunta con Smith, ambos prevaleciéndose de sus cargos y para brindar una ventaja indebida al incriminado Johnny Araya (quien utilizaría el tráfico de influencias gestado en su favor, para presentar información falsa a la periodista de La Nación), influyeron en la fiscala auxiliar Natalia Rojas, para lo cual le ordenaron que en su calidad de fiscala instructora del expediente 12-000096-621-PE, hiciera un acto propio de sus funciones, propiamente responder y firmar un oficio, en respuesta a la nota presentada por el acusado Johnny Araya, oficio que debía confeccionar en el siguiente sentido: que no figuraba como imputado en la sumaria de cita y que el Sistema de Gestión no distinguía entre denunciado e imputado, por lo que se procedería a actualizar el sistema informático.

“Adicionalmente, el acusado Celso Gamboa le ordenó a la fiscala Natalia Rojas, que el oficio de cita debía quedar listo y comunicado ese mismo día, pues él había conversado con el acusado Johnny Araya y le había manifestado que se le iba a dar respuesta ese mismo día”, se extrae de la acusación.

Producto de esta situación, el 5 de enero de 2016, Rojas emitió la misiva FAPTA-08-2016, en la que se certificó que el sistema de ese momento no diferenciaba entre imputados y denunciados, pero que su condición era la segunda, únicamente. Añadió que tal situación iba a ser corregida en la plataforma, como ocurrió dos días después.

Asimismo, el 8 de enero de 2016, se confeccionó una nueva carátula del expediente 12-000096-621-PE, en la que Araya ya no figuraba como imputado.

Ese día, el entonces candidato comunicó por WhatsApp a la periodista el oficio de Rojas, con lo que —según la acusación— “se materializó una ventaja indebida en su favor, puesto que el acusado Johnny Araya ya no figuraba como imputado en la sumaria 12-000096-621-PE, lo cual le permitía figurar ante la opinión pública como un candidato a alcalde sin causas penales”.

Por estos hechos, el procurador Federico Quesada reclamó un daño social a Gamboa y Smith estimado en ₡15 millones, mientras que a Araya uno de ₡12 millones.

“Absolución por certeza”

Previo a la lectura de la acusación, Johnny Araya indicó a los medios de comunicación que volverá a ser absuelto, como ocurrió hace cuatro años, en el primer juicio por estos mismos hechos.

Valga recordar que, al declarar con lugar apelación, el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal del II Circuito Judicial de San José ordenó un nuevo debate.

“La expectativa que yo tengo, y mis abogados, es que vamos a obtener un resultado parecido, porque la verdad es que estamos esperando que la absolución sea por certeza. Realmente, los elementos que tenemos con relación a los hechos que se han investigado, la correlación que hay entre los hechos, nos muestran a nosotros que tenemos suficientes elementos para demostrar mi inocencia.

“Yo pienso que yo nunca debí haber llegado a este juicio al que he llegado. Existen sobrados elementos que no voy a entrar a detallar porque no he hecho mi declaración. Lo que sí puedo decir es que estamos muy tranquilos. Yo, en lo personal, tengo la conciencia absolutamente tranquila y estoy seguro de que vamos a salir bien, de que va a haber absolutoria, porque no veo otro escenario posible con todos los argumentos que ya se dieron en el pasado y algunos nuevos que se agregan en este juicio”, aseveró el exalcalde.

Araya también arremetió con lo que ha llamado una politización de la justicia y una judicialización de la política.

En esa línea, expresó su preocupación por las implicaciones que ello puede tener en la democracia.

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