Ballet y arte a los 75 años: la historia de María Doninelli
Después de dedicar gran parte de su vida a ser madre y abuela a tiempo completo, decidió invertir su tiempo en aquellas pasiones que la hacen feliz.
A sus 75 años, María Doninelli es el ejemplo de que la edad no es un límite cuando se trata de vivir con pasión y entusiasmo. Vecina de San José, su semana está llena de actividades que combinan el movimiento y la creatividad: clases de aeróbicos, ballet y vitrales forman parte de su rutina, manteniéndola activa y en constante aprendizaje (ver nota completa en el video adjunto).
Después de dedicar gran parte de su vida a ser madre y abuela a tiempo completo, María decidió invertir su tiempo en aquellas pasiones que la hacen feliz. El ballet le ha permitido mejorar su motricidad y fortalecer su cuerpo, demostrando que nunca es tarde para aprender nuevas disciplinas. Por otro lado, su amor por el arte se refleja en su trabajo con vitrales, una práctica que requiere paciencia y precisión, pero que le brinda una enorme satisfacción.
“Siempre he creído que el movimiento es vida, y el arte es una forma de expresarnos sin importar la edad”, comenta Doninelli. Con su ejemplo, inspira a muchas personas a mantenerse activas y explorar nuevas formas de creatividad.
María Doninelli es prueba de que cada etapa de la vida tiene su propio ritmo, y que nunca es tarde para redescubrirse a través del arte y el movimiento.
