Por Sebastián Durango 24 de septiembre de 2025, 18:55 PM

En una de las aceras del centro de San José, entre el bullicio de la ciudad y la indiferencia de muchos, Eduardo Vásquez convierte el concreto en un pequeño taller de arte. A sus 35 años, oriundo de Palmares y viviendo en condición de calle desde hace tres meses, encuentra en el dibujo un refugio y una esperanza.

La vida de Eduardo cambió drásticamente por culpa de las drogas. “Perdí el rumbo”, reconoce con franqueza, mientras afila uno de sus lápices. Sin embargo, no se rinde. Cada día se sienta a dibujar retratos con una destreza sorprendente. Aprendió a los 12 años y desde entonces ha mantenido el arte como su compañero más fiel.

Hoy, su talento es tan evidente como su determinación. Busca un cambio de vida y ha encontrado apoyo en la organización Chepe se Baña, donde participa en cursos de repostería y recibe acompañamiento. Su meta es clara: dejar atrás las calles y volver a empezar. “Quiero vivir del arte… volver a empezar”, confiesa con los ojos llenos de ilusión.

No pide lástima, solo una oportunidad. Detrás de cada retrato que ofrece en la acera late un mensaje sencillo y poderoso: todos merecemos una segunda oportunidad.

Repase el reportaje completo en el video que aparece en la portada de este artículo.

YouTubeTeleticacom