Isabel Hagenauer hace historia como primera veterinaria en atender capibaras en Costa Rica
Estos singulares animales, los roedores más grandes del mundo, llegaron al país tras ser rescatados del tráfico de fauna. Hoy se recuperan con juegos, buena alimentación y mucha atención.
Los ojos curiosos y la ternura de tres capibaras han conquistado corazones en Rescate Wildlife Rescue Center, donde ya cumplen más de cuatro meses bajo el cuidado de especialistas. Estos singulares animales, los roedores más grandes del mundo, llegaron al país tras ser rescatados del tráfico de fauna, y hoy se recuperan con juegos, buena alimentación y mucha atención.
Al frente de su bienestar está Isabel Hagenauer, quien marca un hito al convertirse en la primera veterinaria de Costa Rica en atender capibaras. Con dedicación y afecto, ella ha asumido el reto de aprender sobre su comportamiento, su dieta y sus cuidados médicos, adaptando los protocolos a las necesidades de esta especie poco común en territorio nacional (ver video adjunto).
“Son animales sociables, inteligentes y nobles. Cada día aprendemos de ellos”, comenta Hagenauer, mientras observa cómo las tres capibaras, que ya alcanzan los 10 kilos de peso, pasan las horas jugando, nadando y explorando su entorno.
El proceso ha sido tan educativo como inspirador. El equipo del centro destaca la importancia de este caso para la conservación y el conocimiento de nuevas especies en Costa Rica. Sin embargo, la veterinaria recuerda que su presencia aquí tiene un trasfondo doloroso: “Estos animales no deberían estar en cautiverio. Detrás de cada rescate hay una historia de tráfico y sufrimiento. Por eso, debemos decir con fuerza: no al tráfico de fauna silvestre”.
Con su ejemplo, Isabel Hagenauer demuestra que la ciencia y la compasión pueden ir de la mano. Su trabajo no solo garantiza la salud de tres capibaras felices en Alajuela, sino que también envía un mensaje de conciencia y respeto hacia todos los seres que habitan la naturaleza costarricense.

