Por Gabriel Pacheco 8 de noviembre de 2025, 8:00 AM

El Cártel del Caribe Sur no surgió de un día para otro. Según el director interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto, su formación fue un proceso de al menos cuatro años en el que distintos grupos delictivos aprovecharon los espacios de poder que dejaron otros cabecillas tras ser detenidos o asesinados.

“Esto no es algo que nace de la noche a la mañana”, explicó Soto. “Las personas empiezan a tomar el control de rutas que han dejado otros”, agregó, recordando que muchos de los líderes del narcotráfico en Costa Rica se encuentran hoy recluidos en el Centro Penitenciario La Reforma.

El origen del cártel, detalló, se consolidó a través de alianzas entre antiguos líderes criminales y mediante la eliminación violenta de quienes representaban una amenaza.

“Toda esta constitución se generó con alianzas entre sujetos cabecillas, como Pecho Rata y Macho Coca, y con la muerte de otros cabecillas importantes como alias Chombo o alias Dobrosky”, precisó.

Los asesinatos fueron clave en el ascenso del grupo. Leonardo Antonio Joseph Méndez, alias "Chombo", fue ejecutado frente a los Tribunales de Justicia de Limón, mientras que Ronny José Dobrosky Rojas murió dentro de una escuela en Limón, donde además falleció una tercera persona inocente. 

El punto más crítico fue el óctuple homicidio de marzo de 2022, en el que murió Danny Hernández Fernández, alias Ratón, junto con siete personas más. El homicidio múltiple ocurrió en una propiedad de Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, señalado por el OIJ como el cabecilla del cartel. 

Según la línea de investigación, luego de que Picado Grijalba sobreviviera a la masacre y tras perder a su alidado Ratón, se unió con Tonny Peña Russel, quien coordinaría y operaría el brazo armado de la organización, ejecutando decenas de asesinatos para consolidar su poder. 

“Todo ese posicionamiento del grupo se da a lo largo de este periodo, eliminando personas, tomando por la fuerza rutas y haciendo alianzas entre sujetos”, relató el jerarca del OIJ.

Soto comparó la estructura del Cártel del Sur con la del Cártel de Medellín, donde, aunque existía un líder visible, también operaban figuras con igual poder dentro del grupo. “Aquí es ese mismo fenómeno”, dijo. 

“Vemos alianzas de personas de alto perfil que han tenido el control del narcotráfico en rutas, aliarse para ordenar el tráfico y tomar el control del resto del mercado”.

El director interino del OIJ añadió que ninguna organización criminal alcanza ese nivel sin vínculos de poder en la institucionalidad nacional.

 “No hay estructura criminal en el mundo que no tenga contactos dentro del Estado, y cuando hablo del Estado me refiero a policía, aparato judicial y otras instituciones”, aseguró.

Tras los allanamientos, el OIJ analiza ahora los dispositivos decomisados para identificar esos contactos y posibles redes de legitimación de capitales. 

Además, el desmantelamiento del grupo deja un nuevo escenario de riesgo: “Hay otros cabecillas que estuvieron detenidos por tráfico internacional, que ahora están libres y podrían aliarse o enfrentarse entre sí. A veces surgen cabecillas de las cenizas”, advirtió Soto.

Para este lunes, el programa 7Días prepara un reportaje que detalla por qué esta organización se considera un cartel pese a que otras también cumplen funciones similares en otros puntos del país, además, aborda las proyecciones del mercado del narcotráfico en Costa Rica y si es posible que aparezca un segundo cartel en el futuro. 

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