Por Mariela Montero Salazar |21 de octubre de 2023, 8:00 AM

La zona azul de la península de Nicoya, donde sus habitantes disfrutan de una longevidad excepcionalmente alta, enfrenta una preocupante amenaza de desaparición en las próximas décadas.

Las proyecciones apuntan a que esta región pasó de un territorio que albergaba unos 18 mil pobladores, a uno de cerca de 20 mil, y la cifra podría seguir reduciendose en las dos próximas décadas.

Fernando Corrales, CEO de Blue Zones Nicoya, destaca que lo que hace especial a las zonas azules son las condiciones que impactan positivamente la calidad de vida de sus habitantes y eso es precisamente lo que hoy se ve amenazado.

 "Son personas que lograron un estilo de vida que les provoca una felicidad y una estabilidad a esa edad que les faculta ver siempre hacia mañana con optimismo y no con pesimismo" explicó Corrales.

La Península de Nicoya es una de las cinco zonas azules identificadas en el mundo, que incluyen a Cerdeña en Italia, Okinawa en Japón, Loma Linda en Estados Unidos e Icaria en GreciaEstas regiones comparten nueve elementos clave en su estilo de vida que promueven la longevidad, como el movimiento constante, un propósito de vida, la capacidad de relajarse y la importancia de mantener conexiones sociales fuertes.

Según cuenta Corrales, la amenaza que enfrenta la superlongevidad de Nicoya no es única; el resto de zonas azules también luchan contra desafíos similares. "La urbanización, la adopción de dietas menos saludables y un estilo de vida más sedentario están socavando los fundamentos de estas regiones", explica.

Sin embargo, el caso reciente de Singapur es especialmente alentador, ya que se trata de la primera zona azul creada por la intervención humana, lo que demuestra que es posible replicar este modelo en otras regiones del planeta.

Dan Buettner, autor de “The Blue Zones: The Secrets for Living Longer”, ha explorado ciudades felices y saludables en todo el mundo durante dos décadas. En su nuevo libro, Singapur se suma a las zonas azules, con un aumento de 20 años en la esperanza de vida desde 1960 y el doble de centenarios en diez años.

"A diferencia de las otras zonas azules, Singapur adoptó una serie de medidas para impactar positivamente la vida de su población y lograr el estatus de zona azul" explicó Corrales.

Entre las medidas implementadas por Singapur destaca: la instalación de pasarelas que protegen del sol, espacios verdes y la seguridad para caminar. Además, la subvención de alimentos saludables ha alentado a la gente a elegirlos sobre los procesados

Según Corrales, en la Península de Nicoya existe una creciente preocupación ante la posibilidad de que esta zona azul pueda desaparecer en los próximos años, ya que este sello distintivo se ha convertido en una marca para la zona, atrayendo cada vez a más visitantes que desean vivir de cerca la experiencia de una población superlongeva.

Corrales señala que uno de los esfuerzos por conservar la zona es buscar replicar este estilo de vida en otras comunidades, destacando que "no es necesario que se viva en estos lugares, lo que es necesario es adoptar el modelo de vida que estas personas tuvieron y son por qué logran ser longevas".

"Por ejemplo en Estados Unidos, tenemos una unidad que interviene comunidades enteras con el propósito de mejorar la vida de sus habitantes. Facilitamos cambios que promueven opciones más saludables y naturales, por ejemplo devolver a la ciudad las zonas para caminar, y que así las personas dejen de depender de los vehículos" explicó

Tanto en la Península de Nicoya como en otras zonas azules, el desafío crucial es la replicación de estilo de vida que ha permitido la superlongevidad. Como lo subraya el vocero, "el trabajo ahora consiste en cómo podemos llevar estos nueve factores a las nuevas poblaciones".

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