Por Johnny López |22 de abril de 2025, 18:55 PM

Anthony Quirós no solo se robó las miradas en su colegio cuando bailó el Waka Waka, también se ganó un apodo que lo acompaña hasta el día de hoy: “Shakira”. Pero los pasos de aquel baile quedaron atrás. Hoy, el apodo sigue, pero lo conocen por algo muy distinto… y sorprendente.

Desde San Carlos, Anthony se ha convertido en uno de los floreadores más destacados de la Zona Norte de Costa Rica. Lo suyo no son solo trucos con la soga: es arte, destreza y tradición. Pero eso no es todo: también es retahilero, y lleva en su voz y sus versos el alma popular costarricense (ver nota completa en el video adjunto).

Con la experiencia que ha acumulado —aprendida de los mejores—, fundó su propia escuela de floreo, un espacio donde niños y jóvenes aprenden este arte con orgullo y pasión.

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