Por Diana Vásquez |17 de junio de 2025, 18:55 PM

En Turrubares, donde los atardeceres parecen eternos, existe un lugar donde la vida rural toma un giro inesperado. Allí se encuentra Ganadería de La Peña, un rincón que combina el respeto por la naturaleza, el compromiso con los animales y una curiosa dosis de ternura: es el hogar de caballos miniatura, criaturas que despiertan sorpresa y admiración a partes iguales (ver nota completa en el video adjunto).

Estos pequeños equinos, que no superan los 80 centímetros de altura, son mucho más que una rareza. Son animales que, aunque diminutos en estatura, requieren grandes dosis de dedicación. 

Contrario a lo que muchos podrían imaginar, criar caballos miniatura no es más sencillo que atender a uno de tamaño normal. De hecho, su tamaño los hace más sensibles a ciertos factores: la alimentación debe ser precisa, el espacio debe estar cuidadosamente controlado, y el contacto humano debe ser constante, pero respetuoso.

Uno de los pilares en el bienestar de estos animales es el adiestramiento. Aunque adorables a la vista, los caballos miniatura pueden volverse rebeldes si no reciben la orientación adecuada desde temprana edad. Su temperamento, combinado con su energía, puede generar situaciones complejas si no se manejan con experiencia. Aprenden a caminar con riendas, a familiarizarse con la presencia humana, a adaptarse a los espacios cerrados e incluso a interactuar con niños, quienes suelen sentirse atraídos por su tamaño.

Ganadería de La Peña es un espacio donde la conexión entre humanos y animales se siente genuina, donde el trabajo con amor y constancia da frutos, y donde el respeto por cada criatura, sin importar su tamaño, es parte de la filosofía diaria.

En Turrubares, los caballos miniatura galopan con libertad. Y gracias a quienes los cuidan, este mundo diminuto sigue creciendo con pasos firmes.

Si desea más información, los puede contactar al teléfono 8407-9997.

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