El ritmo de Guápiles tiene nombre y es doña Eli, la señora del bombo
A los 70 años, Elizabeth Cascante Vargas se convirtió en la inspiración de una comunidad al unirse a la Banda Rítmica de Guápiles, marcando el ritmo con pasión y alegría.
En Guápiles, el sonido del bombo tiene un nombre propio: el de doña Eli. A los 70 años, Elizabeth Cascante Vargas decidió que nunca es tarde para empezar de nuevo y se unió a la Banda Rítmica de Guápiles, donde desde hace tres años marca el ritmo con energía y entusiasmo.
Durante gran parte de su vida se dedicó al cuidado de la casa y de sus hijos. Aunque siempre acompañó a su familia en presentaciones musicales, nunca se había atrevido a ser parte de la banda. El impulso llegó en un momento difícil de su vida, cuando no se sentía bien consigo misma. Entonces tomó una decisión que cambiaría su historia: unirse al grupo en compañía de cuatro de sus familiares.
“Yo me sentía como cucaracha en baile de gallinas”, recuerda entre risas, evocando aquel inicio antes de tomar las baquetas. Hoy, con el bombo en sus manos, es el corazón de cada ensayo y cada presentación, recorriendo distintas partes del país orgullosa de portar el uniforme.
“Cuando me pongo el uniforme y agarro el bombo, siento que pertenezco a algo grande. Aquí todos me apoyan y me siento feliz”, asegura con emoción.
Para ella, la música no solo significó un cambio, también una transformación personal. “Lo que más disfruto es estar con mis compañeros, sentir la energía de la banda y compartir con mi familia. La música me cambió la vida”, dice con una sonrisa contagiosa.
Doña Eli es hoy inspiración para jóvenes y adultos, un recordatorio de que los sueños no tienen fecha de vencimiento y que la vida se puede marcar al ritmo de un bombo, con alegría y determinación.
Repase el reportaje completo en el video que está en la portada.