Le presentamos al guardián de la historia y los tesoros de Monterrey de San Carlos
Un rincón de la historia se preserva con esmero en el hogar de Kenneth Vargas, hijo del fundador del pueblo.
En lo profundo de Monterrey de San Carlos, un pequeño, pero significativo rincón de la historia se preserva con esmero en el hogar de Kenneth Vargas, hijo del fundador del pueblo. Más que una casa, su residencia es un museo viviente que resguarda los recuerdos y las reliquias del pasado, testigos silenciosos de la evolución de la comunidad (ver nota completa en el video adjunto).
Entre los objetos más llamativos de su colección se encuentra una avioneta, majestuosa en el patio de su hogar, que se ha convertido en el símbolo más grande de sus tesoros mejor guardados. Este relicario de la historia no solo narra el desarrollo de la aviación en la zona, sino que también refleja el espíritu pionero de su familia y la conexión del pueblo con sus raíces.
Pero don Kenneth no es solo un historiador aficionado. Es también un próspero productor de madera y carne de cerdo, dos pilares fundamentales en la economía de la región. Su pasión por la madera se manifiesta en cada rincón de su hogar, donde las paredes, los muebles y los acabados están elaborados con la misma materia prima que él mismo produce, otorgándole un aire rústico y acogedor a la residencia.
Su compromiso con la conservación y el progreso se entrelaza en su vida diaria. Mientras protege el legado de su pueblo, continúa impulsando su desarrollo a través de la producción sostenible y el mantenimiento de un espacio que no solo es su hogar, sino un testimonio vivo de la historia de Monterrey de San Carlos.
Don Kenneth abre las puertas de su museo a quienes deseen conocer el pasado del pueblo, compartiendo relatos y objetos que han trascendido generaciones. Su historia es la prueba de que la identidad y la memoria de una comunidad pueden preservarse con dedicación y amor, asegurando que las nuevas generaciones nunca olviden sus raíces.