Uriel: el muchacho que heredó una pulpería y conquistó a todo un barrio
Con solo 20 años, este joven herediano paga deudas familiares, estudia Comunicación y atiende a diario la tienda que se convirtió en punto de encuentro.
Tiene 20 años, una sonrisa permanente y la sabiduría de un adulto mayor en el cuerpo de un joven. Uriel es el pulpero más joven de Santo Domingo de Heredia y, probablemente, también el más querido.
Su tiendita, pequeña pero llena de vida, se ha convertido en punto de encuentro para toda la comunidad. Quien entra en busca de pan, arroz o un refresco, termina llevándose también una carcajada gracias a las ocurrencias de este muchacho que parece haber nacido para convivir con su gente.
Uriel heredó la pulpería de sus padres, dos migrantes nicaragüenses que llegaron a Costa Rica en busca de una vida mejor. Con esfuerzo y trabajo honrado, abrieron el negocio que, con el tiempo, se convirtió en el sustento de la familia. Fue ahí, entre repisas y balanzas, donde Uriel creció.
Apenas cumplió los 18 años, buscó la manera de saldar las deudas que aún pesaban sobre sus papás. Lo consiguió. Hoy son ellos quienes disfrutan del descanso, mientras Uriel se encarga de atender la tienda que les cambió la vida.
Desde hace dos años abre todos los días a las 7 de la mañana y cierra a las 7 de la noche. Nunca pierde la sonrisa, siempre tiene una historia graciosa que contar y trata a cada cliente como si fuera parte de su propia familia.
Pero su historia no termina ahí. En las noches, después de la jornada, se convierte en estudiante. Está por graduarse de la carrera de Comunicación, su otra gran pasión.
Uriel es, en palabras de sus vecinos, una joya del barrio: una mezcla de juventud, tradición y esperanza. Un joven con alma vieja que, entre bolsas de arroz y cuentos graciosos, está escribiendo su propia historia de éxito.
Repase su historia completa en el video que aparece en la portada de este artículo.