Viven a más de 100 kilómetros y aun así caminan hasta La Negrita
Desde Pérez Zeledón, estos romeros caminan por días con un solo objetivo: llegar a los pies de la patrona de Costa Rica.
Con mochilas cargadas de ilusión y corazones llenos de fe, un grupo de romeros se prepara para emprender una de las caminatas más largas del país: desde Pérez Zeledón hasta la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago.
Serán 119 kilómetros de devoción, esfuerzo y esperanza. La ruta atraviesa montañas, valles, pueblos y carreteras, y cada paso está marcado por una intención: algunos caminan para dar gracias por un milagro recibido; otros, con la esperanza de que la Virgen interceda en momentos difíciles.
La caminata desde Pérez Zeledón se ha convertido en símbolo de la fe costarricense. Más allá del reto físico, representa una manifestación espiritual profunda que une a familias, amigos y comunidades enteras en un mismo propósito.
La Negrita, como cariñosamente se le conoce a la Virgen de los Ángeles, es el centro de esta peregrinación. Cada año, miles de romeros llegan a sus pies movidos por la fe, y quienes recorren esta distancia desde el sur del país lo hacen con un compromiso aún más grande.
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