Ovsicori alerta sobre riesgo de erupciones más severas en el Poás
El magma ya está presente bajo el volcán y las columnas de ceniza han superado el kilómetro de altura.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA) alertó la mañana de este viernes que existe una alta probabilidad de que ocurran erupciones más fuertes de las que han ocurrido hasta la fecha.
Según el vulcanólogo Geoffroy Avard, ya se ha detectado presencia de magma bajo el coloso. Aunque no se trata de un volumen significativo, las autoridades no pueden precisar cuánto podría llegar a la superficie en caso de una nueva erupción.
No hay una gran cantidad de magma, por lo que una eventual erupción "no provocaría un trauma gigantesco”, aclaró el experto.
En términos prácticos, lo esperado por parte de los especialistas es una mayor cantidad de ceniza y dependiendo del viento, la misma podría llegar a zonas más lejanas al cráter porque saldría con más fuerza del coloso.
Los especialistas reiteraron que no existe evidencia por ahora que la actividad eruptiva esté pronta a terminar o bajar la intensidad, incluso las erupciones de ceniza y gases podrían crecer a niveles similares a los registrados durante las erupciones del 2017.
"Tenemos eventos cada minuto o cada dos minutos, incluso por momentos tenemos eventos eruptivos cada segundo", aseguró Leonardo Van der Laat, geólogo de la institución.
La alerta se emite tras varios días de intensa actividad volcánica. El Poás ha expulsado columnas de ceniza y gases que, en algunas ocasiones, han superado el kilómetro de altura.
Imágenes enviadas esta mañana a Teletica.com muestran cómo el río Toro Amarillo, en el sector de Marbella de Venecia, en San Carlos, arrastra gran cantidad de lodo y ceniza volcánica, lo que ha teñido por completo de gris sus aguas. También se observan residuos acumulados sobre las piedras del cauce.
Cyrill Müller explicó que este arrastre de material, conocido como "lahar", se da producto de la acumulación de ceniza en las partes altas del río. La lluvia de las últimas horas es la responsable, según los especialistas, de que ocurra este fenómeno en la zona.Los especialistas además recalcaron que la crisis actual dio señales previas desde enero, cuando la red de monitoreo del Ovsicori detectó cambios en el comportamiento del coloso, por lo que movieron los equipos a zonas más cercanas para seguir de cerca la actividad.
El incrementó de las erupciones provocó que perdieran conexión con algunos de los aparatos y se desconoce si están dañados o no.